Nalgarina Tetonier, vedette de moda, tenía una actividad sexual tan intensa que cada una de sus rodillas pensaba que era la única... Pirulina llegó a la casa de su madre. Iba toda golpeada, sangrando de nariz y boca y con los dos ojos morados. "¿Qué te sucedió?'' -le pregunta, consternada, su mamá. "Me golpeó mi marido'' -contesta Pirulina entre sus lágrimas. "¿Tu marido? -se asusta la señora-. Creí que andaba de viaje''. Gime Pirulina: "Yo también pensé lo mismo"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, acudió a la consulta de un doctor. El facultativo, médico joven y guapo, le pidió: "Desvístase, por favor''. Respondió Himenia, solemne: "Obedezco porque usted me lo manda. Pero sepa, jovencito, que está jugando con fuego"... Ovonio Grandbolier, el hombre más haragán de la comarca, se quejó con su novia: "Tus padres no me quieren. ¿Por qué?''. Responde sin tapujos la muchacha: "Saben que eres borracho, perezoso, mujeriego, sinvergüenza, ratero, desobligado, jugador, irresponsable, descarado, feo, cínico, antipático, y que no tienes en qué caerte muerto". Replica Ovonio: "¿Y nada más por eso no me quieren?"... El cirujano le informó al ruin Capronio: "No vamos a operar a su suegra. La señora podría necesitar una transfusión. Ya hemos probado todos los tipos de sangre, y ninguno le corresponde". Pregunta Capronio: "¿Han probado de víbora de cascabel?"... Se casó el productor de cine con la estrella de la pantalla. En el momento de ir a consumar la unión matrimonial, el productor pasea la mirada por el cuerpo de su flamante esposa, y luego le dice: "El sitio me resulta familiar. ¿No hemos estado casados antes?"... El señor detiene su automóvil y le pregunta al rudo sujeto que estaba parado en una esquina: "Perdone: ¿cuál es el camino más corto para ir al hospital?''. Contesta con ronca voz el grandulón: "Miénteme la madre"... Aquella esposa era tan ligera que si su marido quería tener sexo con ella primero debía hacer una reservación... Una señora le cuenta a su amiga: "Durante muchos años no supe dónde pasaba las noches mi esposo". Pregunta la otra: "¿Por qué no contrataste un investigador privado para que te lo averiguara?''. Responde la señora: "Ya iba a hacerlo, pero una noche llegué temprano a nuestro domicilio, y lo encontré ahí. Parece que todas las noches estaba en la casa, en piyama, viendo la televisión"... Se acerca ya la fecha; la fecha se acerca ya. El próximo viernes, día en que -¡por fin!- termina este malaventurado 2010, publicaré aquí mismo "Los Dos Chistes Más Pelados del Año". Sobremodo sicalípticos son esos dos chascarrillos, de modo que las personas pudibundas deben hacerse desde ahora el sano propósito de no posar los ojos en ninguno de ellos. Ambos han sido anatematizados por la Pía Sociedad de Sociedades Pías, y su publicación es una evidencia más de la decadencia que algunos sociólogos observan, preocupados, en la cultura occidental. ¡No se pierdan mis cuatro lectores los supradichos cuentos! ¡No dejen de ser parte de la decadencia de la cultura occidental!... Año político será el 2011. En México todos los años han sido de política desde hace exactamente un siglo. Con don Porfirio terminaron los años que eran de administración. Ingenuidad para el Día de los Inocentes será entonces suponer que el próximo año podrá avanzarse algo en la atención de algunos de los asuntos importantes que deberían ocupar la atención de la clase política. Esa clase, tan de última clase en la mayoría de los casos, se entregará del todo a la tarea de conseguir que los sucesos del próximo año no vayan a disminuir sus prebendas, ni a afectar sus intereses. Lo demás, para ellos, es absolutamente lo de menos, y bien podría despeñarse la República sin que la casta que detenta el poder moviera un solo dedo. Hay una expresión que antes se usaba para significar que algo se pospondría indefinidamente. Esa expresión es: "Ad calendas graecas". Su traducción es: "En las calendas graecas", y se decía así porque los griegos no dividían el tiempo en calendas, nombre que designaba al primer día del mes en el calendario empleado por los romanos. Pues bien: las reformas que urgentemente necesita este país para modernizarse -reforma educativa, reforma laboral, reforma energética, reforma política, reforma fiscal, etcétera- quedarán aplazadas "ad calendas graecas", es decir en forma indefinida... El adolescente le dice a su papá: "Tengo ya 14 años. ¿No crees que ha llegado el momento de que me hables de sexo?". "Hijo mío -suspira el buen señor-. Tengo 25 años de casado. Todo lo que sabía de sexo ya se me olvidó"... FIN.