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De sucesiones y balazos

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

El interés público ahora tiene un solo tema en estos días: la inseguridad y las balaceras, todo lo demás es meramente secundario.

El sábado pasado un grupo armado abrió fuego en tres bares en la ciudad de Torreón ultimando a diez personas. Lo cruel y la propia cantidad de víctimas cimbraron a la sociedad lagunera que parecía que había reencontrado una cierta calma luego de meses atrás donde el público vivía con zozobra por los enfrentamientos de grupos equipados con rifles de asalto de gran poder, y por las luchas que también habían sostenido principalmente con el Ejército y la Policía Federal.

El asunto es que el miedo colectivo había de cierta forma amainado, pero los hechos ocurridos en la madrugada del domingo y principalmente el encontronazo frente a Galerías en día feriado, inundaron de pánico al colectivo en general y nuevamente ha vuelto la incertidumbre.

El problema es mayúsculo y ante los hechos repetitivos de que esto no se arreglará pronto, no queda otra más que rezar para que no sigan muriendo inocentes.

Mientras todo esto sucedía, esta misma semana el gobernador de Durango, Ismael Alfredo Hernández Deras, logró sacar sin mayor sobresalto a su delfín para la candidatura del PRI a la gubernatura del Estado. Como a todas luces se vio. Hernández Deras decidió años atrás quién habría de sucederlo en el puesto y bajo su mano el hoy precandidato de unidad del tricolor está por coronar una apoteótica carrera política, y en menos de una década de iniciada, muy probablemente estará sentado en el máximo cargo público estatal antes de terminar este año; nada mal. En tanto, el público en general volvió a observar cómo el añejo priismo designa sus candidatos y cómo sus miembros acatan las reglas que saben que estaban jugando, tal como el caso del fallido aspirante y hoy diputado federal, Ricardo Rebollo, que generó una enorme expectativa cuando llegó al cargo de presidente municipal de Gómez Palacio y que pronto desencantó a muchos al partir a la curul federal, para que el gobernador Hernández hiciera su juego sucesorio. Rebollo aceptó eso y con falsa sonrisa, ha acompañado a Herrera Caldera en su destape. El caso del apoyo abierto de Leticia Herrera Ale es mucho más enigmático, cosas de la política sin duda.

Sin embargo, parece que no todo es de color de rosa para los priistas en Durango, ya que ciertamente habrá rival a considerar para los comicios de julio, donde se disputará electoralmente el Gobierno. La oposición toda, decidió unirse para enfrentar la invencible maquinaria electorera del Revolucionario Institucional, y encabezando esa unión está nada menos que un priista de cepa que ha decidido dejar al partido que perteneció por tres décadas y que ahora no lo ha favorecido, José Rosas Aizpuru, quien encabezará una coalición conformada por el PAN, PRD, PT y Convergencia.

Hay de todo esto una mala noticia para los laguneros: en cualquier caso, no será pronto que se vuelva a tener un gobernador oriundo de la cuenca baja del Nazas, tanto Herrera Caldera como Rosas nacieron en otras latitudes estatales. En tanto, por Coahuila como el próximo gobernador será muy seguramente Rubén Moreira, quiere decir que habremos de esperar hasta 2016 ó 2017 si algún lagunero logra alcanzar la máxima magistratura estatal.

Los meses se vendrán interesantes porque ciertamente habrá lucha cerrada por el poder, y La Laguna una vez más, tendrá esperanza de que quien sea el nuevo gobernador, sepa y tenga la capacidad de lograr impulsar el nivel de vida de todo su estado, y en lo particular de los duranguenses que componen parte importantísima de la Comarca Lagunera.

En este espacio la semana pasada se tocaba el tema concerniente a la modificación realizada en el Congreso Local de Coahuila a la Ley del Impuesto Sobre Nómina. El comentario versaba básicamente en los cambios realizados en la Ley donde ahora se gravarán prestaciones laborales con el propio Impuesto Sobre Nómina que es en metálico un aumento de impuestos a los empleadores, aunque sea marginal. Sin embargo, por error en este mismo espacio se publicó que la tasa es del 2%, siendo esto incorrecto, puesto que es del 1% (la mitad) y además vale describir que Coahuila está en el grupo de estados de la República donde el gravamen en este rubro, es de los más bajos.

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