Autoridades de salud de California declararon hoy una epidemia de tosferina, al verificar un incremento de 300 por ciento en el número de decesos, y alertaron que se esparce por el estado a una velocidad sin precedentes en medio siglo.
'La tosferina ya es una epidemia en California', declaró categórico el director del Departamento de Salud Pública de California, Mark Horton.
Unas 910 personas han perecido por tosferina en lo que va del año hasta el 15 de junio, de acuerdo con cifras oficiales presentadas por el funcionario.
Dijo que la cifra equivale a 400 por ciento de las muertes que se reportaron por la misma enfermedad en ese mismo periodo el año pasado.
Informó que hay otros 600 casos sospechosos que están siendo atendidos en diversos centros médicos en el estado.
El médico, que estuvo al frente de la lucha contra la epidemia de influenza AH1N1, lamentó que entre las víctimas fatales de la tosferina este año se cuenten cinco bebés menores de tres meses de edad.
El encargado de la salud de más de 36 millones de residentes en California dijo que el estado tiene que vacunar a los niños y reforzar inmunizaciones a los padres de familia, maestros y empleados de guardería que la necesiten.
En el condado de San Diego, donde han sido reportados 98 casos, las víctimas más recientes son un niño de tres años y otro de 12 años de edad.