La policía de Nueva York declaró que era falsa la alarma de bomba que se presentó en la céntrica zona de Union Square, luego de realizar los peritajes correspondientes a un automóvil que se presumía podría contenere explosivos.
La madrugada de este viernes, las autoridades neoyorquinas precisaron que en el interior del vehículo estacionado fueron hallados dos recipientes con gasolina, luego que una brigada antiexplosivos realizó los trabajos de inspección.
Ante la amenaza, la policía procedió a acordonar la zona y evacuar el perímetro, que incluyó un edificio de la compañía eléctrica ConEdison y otro de apartamentos, informó en su edición en línea el diario The New York Times.
El vehículo se encontraba en una zona cercana a sitios tradicionalmente históricos y visitados por un gran número de turistas como Greenwich Village, la Universidad de Nueva York y el edificio Flatiron.
Tras la inspección del escuadrón antibombas que utilizó un robot para averiguar si había explosivos, apareció el dueño del vehículo, quien declaró que los dos recipientes con gasolina lo usa para sus trabajos en jardinería.
El incidente se produce luego que el presidente estadunidense Barack Obama realizó una visita sorpresa a la sede de la Policía en Nueva York, para agradecer a los agentes que en días pasados trabajaron para combatir el intento de atentado en Times Square.
En Nueva York, este jueves agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) realizaron cuatro redadas para capturar a los responsables de financiar el fallido atentado con auto bomba del 1 de mayo.
Dos de las redadas ocurrieron en la ciudad de Boston, otra en Long Island en el estado de Nueva York y una más en Camden, Nueva Jersey, y hasta el momento cuatro personas están bajo custodia, de acuerdo con voceros de la FBI.
Los arrestos ocurrieron debido a violaciones a las leyes migratorias, aunque las autoridades no especificaron si los detenidos tienen relación directa con Faisal Shahzad, acusado de haber conducido el auto bomba hasta Times Square.
La FBI aclaró que las acciones de este jueves no tienen relación con ninguna amenaza directa al público o al territorio de Estados Unidos.
