Felipe Calderón afirmó que tiene una idea acerca del color partidista de quien le suceda en la Presidencia de la República en 2012, pero lo más importante es que su sucesor dé color en el combate a la inseguridad, porque su intención es evitar que México siga en manos de una "bola de maleantes" que son una "ridícula minoría".
Los delincuentes, retó, "aquí se toparon, porque estamos decididos a limpiar México".
Por ello, el presidente rechazó poner fin al combate al crimen organizado por considerarlo totalmente absurdo e ingenuo.
"Hay quien dice, bueno, es que hay que cambiar esta estrategia, fue un error combatir a los criminales. Bueno, ¿y qué proponen? ¿Echarnos para atrás? ¿Que los dejemos hacer lo que se les dé la gana? Es totalmente absurdo, es ingenuo. ¿Por qué razón? Porque el problema es haberlos dejado hacer lo que se les da la gana".
Al finalizar los trabajos del 24 Encuentro Nacional de Vivienda, Calderón aceptó tres preguntas de los asistentes, y uno de ellos, Jesús Aguilera, de León, Guanajuato le preguntó sobre el tema de la seguridad y su sucesor en el cargo "porque no tenemos garantía ni de qué color ni quién va a ser su sucesor".
Primero, el mandatario se explayó en sus argumentos acerca de cómo los narcotraficantes cambiaron de sólo vender a Estados Unidos a comerciar en México, y luego a hacerse de las plazas y cobrar incluso, al secuestrador o al dueño del table dance y que hasta pagaban campañas para gobernantes.
"Decían: alcalde, no me meto contigo, tú no te metes conmigo, todos contentos, y es más, ahí va tu lana para tu campaña y todos contentos. Entonces era así", dijo.
Calderón dijo que el combate al crimen organizado no se constriñe al narcotráfico, sino en general a la delincuencia organizada. Agregó que no pretende acabar con el consumo de drogas en el mundo, sino que prevalezca el Estado de Derecho en el país.
Dijo buscar la construcción de una nueva infraestructura legal, de instituciones de seguridad pública, de policías más confiables y métodos de investigación, y de una recuperación plena de la autoridad del Estado en todo el territorio nacional.