Conferencia. La directora de campañas de Greenpeace México, Susana Cruickshank. EL SIGLO DE TORREÓN
Con el paso de los años no se ha implementado una política integral sobre el cuidado del medio lo que pudiera significar que en algunos años haya un impacto negativo en alimentación y en vidas humanas.
En estos términos se refirió la directora de Campañas de Greenpeace en México, Susana Cruickshank, al mencionar que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la degradación ambiental en México equivale al 6.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual es muy fuerte cuando se revisa específicamente la afectación en suelos, la deforestación, la contaminación en acuíferos, de manglares y también la que se origina en la industria.
SIN ESTRATEGIA Dijo que cuando se estudia cada sector se puede establecer que México no tiene una política ambiental integral y que lamentablemente la regulación es bastante laxa en la industria, tanto privada como pública.
Estableció que hay mucho que hacer en el país en este tema y en particular en Durango en materia forestal, donde existe preocupación.
Consideró como importante que la ciudadanía se organice y que empiece a trabajar desde el hogar y la familia, así como en la demanda de políticas públicas ambientales; "la democracia cada vez implica más la participación en todos los ámbitos".
ESTADÍSTICA En el caso de emisión de gases del efecto invernadero dijo que la República Mexicana se ubica en el lugar número cinco, y entre los primeros 15 países con más emisión de gases, los cuales se emiten no sólo por el uso de combustible fósil sino por degradación ambiental de los desechos sólidos en donde se tiene un 7 por ciento.
Señaló que hay políticas que corresponden a gobiernos locales como son el procesamiento de los residuos sólidos o bien el tema de la contaminación del agua y del metano, y otros temas que si bien no están relacionados con el efecto invernadero en ellos, hay mucho por hacer, consideró.
EFECTOS En la actualidad existe un estrés hídrico sobre todo en el Norte del país muy fuerte, que afecta la agricultura y la ganadería. La Organización de Naciones Unidas (ONU) da a conocer que México depende en un 75 por ciento de las tierras de temporal y si cambia completamente el clima, por la presencia de huracanes, las sequías e inundaciones, podemos perder este porcentaje de maíz que se cosecha.
