Un ataque suicida en las inmediaciones de una prisión ubicada en el norte de Pakistán dejó al menos diez policías heridos, indicaron hoy las autoridades locales.
La policía indicó que el suicida estrelló su vehículo contra una camioneta tipo Van que se acercaba a una cárcel localizada en el poblado de Timergarah, en el distrito Lower Dir, cercana a la frontera con Afganistán.
La camioneta transportaría a varios prisioneros a la cercana cárcel del distrito de valle de Swat, en la provincia de la Frontera Noroeste de Pakistán.
La zona del noroeste de Pakistán ha sido en los últimos años refugio para los grupos talibanes y de las células de la red Al Qaeda. aunque el gobierno de Islamabad ordenó una ofensiva contra esas agrupaciones extremistas.
A raíz de esta ofensiva contra el Talibán en marzo pasado, más de 200 mil civiles han huido de sus hogares, reportó hace dos semanas la Organización de Naciones Unidas.
Además de la cantidad de afectados, la ONU advirtió que enfrenta una grave falta de fondos para ayudar a los desplazados en Pakistán.
El centro de esta nueva ofensiva lanzada por el Ejército paquistaní son las diferentes facciones rebeldes agrupadas en el movimiento de los Talibanes de Pakistan (TTP).
Al TTP se le vincula con el movimiento Talibán afgano y la red Al Qaeda, y se le responsabiliza con la mayoría de los atentados con bomba y ataques suicidas que han dejado varios centenares de muertos en el país islámico en los últimos meses.
La versión oficial es que sus miembros se han concentrado ahora en Orakzai, tras ser desplazados de su antiguo bastión de Waziristán del Sur por una ofensiva similar lanzada por el Ejército en octubre pasado.
Orakzai, un valle que forma parte de las Areas Tribales Administradas Federalmente (ATAF), está flanqueada por elevadas cadenas montañosas, que ha sido un factor vital para el desarrollo de los grupos rebeldes del Talibán y Al-Qaeda.
Estados Unidos ha acusado a estas milicias, que operan en territorio paquistaní, de hacer fracasar los esfuerzos para lograr la paz y orden en Afganistán.
Las ofensivas del ejército paquistaní a lo largo de su frontera con Afganistán son vistas como una pieza fundamental para reforzar los trabajos del gobierno de Estados Unidos por estabilizar el territorio afgano, luego que tiene previsto el retiro gradual de sus tropas para el año próximo.
