Recursos. En materia de recursos, México se encuentra lejos de alcanzar una inversión deseable en educación media superior.
MÉXICO, DF.- Mientras que en países como Alemania, Australia y Holanda, la obligatoriedad del Bachillerato ha logrado una cobertura de más del 80 por ciento, en México aún se discute su viabilidad.
En 2008, la Cámara de Diputados aprobó una reforma que hace obligatoria la educación media superior, pero al pasar al Senado de la República, la propuesta quedó congelada y así lleva más de 18 meses.
Miguel Ángel Martínez, subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, aseguró que más importante que la obligatoriedad del bachillerato, es garantizar que se brinden los recursos suficientes para atender la demanda actual en cobertura que, según el funcionario, se ubica en 64 por ciento, 4 puntos abajo de la meta sexenal.
"No es tan importante la obligatoriedad del bachillerato como tener la suficiencia de recurso para poder ampliar la cobertura, ese el reto principal", advirtió en entrevista.
El subsecretario señaló que podría concretarse la obligatoriedad, pero que sin recursos de nada serviría como ocurrió con preescolar.
"Veamos: ¿qué ha pasado en términos generales con la obligatoriedad del preescolar?, está ahí en la Constitución, pero que no ha habido recursos suficientes para concretarla. Todavía queda pendiente el primer año del preescolar y parte del segundo en términos de cobertura", mencionó.
En materia de recursos, México se encuentra lejos de alcanzar una inversión deseable en educación media superior.
El país invierte por cada alumno de preparatoria 2 mil 856 dólares anuales, 66 por ciento por debajo de la media de estipulada por la Organización para la Cooperación Económica (OCDE), que es de 8 mil 486 dólares por alumno.
Martínez Espinoza aseguró que se requiere aumentar la capacidad, mantener actualizados los laboratorios, los talleres y los equipos, incluyendo los de cómputo.
"El riesgo sería que las diferentes legislaturas no aprueben los recursos suficientes para ampliar la cobertura de bachillerato", agregó en entrevista.
"El riesgo mayor estaría en que no hubiera recursos; lo que quisiéramos más bien es tener la posibilidad de darle el servicio a todos los jóvenes, independientemente de si esto (la obligatoriedad) deriva de una expresión de la Constitución o no".
Si solamente se tratara de alcanzar la meta presidencial de llegar a una cobertura del 68 por ciento al final del sexenio, explicó Martínez Espinoza, se necesitaría que la matrícula creciera 2 por ciento al año, lo que significaría un gasto anual de cerca de 2 mil 500 millones de pesos.
La inversión en 2009 para infraestructura, añadió, fue de mil 200 millones de pesos y para este año se programó una cantidad similar.
"Pero toda la parte presupuestal está sujeta a los bemoles y a las eventualidades, tanto de la disponibilidad de recursos federales como del diálogo que se tenga con la Cámara de Diputados.
"En términos generales podemos decir que ha habido comprensión en la pasada Legislatura y en la actual sobre la importancia de ampliar la cobertura en el bachillerato. Ojalá esta inversión se incremente y nos permita reducir esta brecha (en la cobertura)", indicó el subsecretario.
PRESIONES El mismo déficit en la cobertura de bachillerato que aqueja al país, podría representar otra presión para el nivel medio superior, más que el mismo bono demográfico que México tiene con los jóvenes de entre 15 y 18 años.
En 2008, la población que estaba en edad de cursar el bachillerato rondó los 6 millones de personas y, a partir de entonces, se estabilizará más o menos hasta 2016, cuando empiece con tendencia a la baja.
Otro reto que enfrenta este sistema educativo es la deserción, pues 4 de cada 10 jóvenes que inician el bachillerato no lo concluyen.