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Delito electoral

GILBERTO SERNA

Es lógico lo que está sucediendo. Asomó la cabeza y le está lloviendo metralla. En política no hay nada escrito. No existe un manual al que los políticos de cepa puedan recurrir, como si se tratara de un pentagrama en el que estén escritas las notas musicales que deberá tocar un pianista oprimiendo teclas a diestra y siniestra. Se requiere algo más. Se llama suerte, hado, destino, estilo, técnica y sobre todo gran sensibilidad, que no todos traen consigo al nacer. De ahí que lo que a unos les favorece, a otros el bocado se les atraganta en la garganta.

El caso de Vicente Fox, es paradigmático. Cuando aún estaba en campaña, aún tenía su halo encantador que hacía que rezumara sinceridad, lo que le duró hasta que tuvo que enfrentarse a los hechos, donde lo único que hizo fue el darse de topes en la pared. Su campaña como candidato a la Presidencia de la República la inició con tanta anticipación a cuando debían celebrarse los comicios, que sin ser candidato de su partido logró que en mala hora lo nominaran como tal. Sin más discurso que el que había que sacar al PRI de Los Pinos y sin que nadie se planteara la necesidad de saber si poseía o no la capacidad necesaria para desempeñar el puesto.

Esto viene a colación porque desde hace varios meses se menciona al actual gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto, como virtualmente amarrado. Su grupo, hasta ahora, había hecho una magnífica labor para posicionarlo como precandidato de tal manera que a estas alturas pocos dudan de que será candidato de su partido. La propaganda había sido su eficaz aliada, junto a los errores en la administración pública en que ha venido incurriendo el régimen actual, que no ha podido descifrar los complejos problemas que atenazan al pueblo, sobre todo en materia de seguridad, sin que por otro lado pueda hablarse que los mexicanos estamos en jauja, por cuanto a nuestras finanzas particulares.

Los programas dirigidos a paliar las necesidades de millones de mexicanos son la mejor prueba de que el ejercicio del poder público no ha resuelto cómo sacar de la miseria a las clases populares. La gente acude a las instituciones encargadas de proporcionar prestaciones gratuitas, lo que no sería necesario si hubiera empleos suficientes bien remunerados.

El asunto es que poco a poco, se ha ido dejando sentir entre los electores que el candidato ideal después de una corta, pero fructífera carrera política lo es Peña Nieto. Tiene todos los atributos para ser un aspirante. Es relativamente joven con ideas nuevas que obviamente le traerían beneficios a su partido político. Ha tropezado en varias ocasiones, pero ha logrado salir airoso. Aún se le recuerda proporcionándole cobijo a Arturo Montiel sobre diversas acusaciones que fueron sofocadas con el paso del tiempo. quedando al final de cuentas exonerado de cualquier cargo. Se habló en esa época de una protección política que no ha sido debidamente comprobada.

Luego se ventilaría públicamente los gastos que se realizaron con motivo de su visita al Santo Papa en la sede del Vaticano. Esto se dijo sin que se hayan aportado pruebas de que los viáticos hayan corrido por cuenta del erario estatal, estándose ya en el tiempo en que son muy socorridos los golpes bajos pretendiendo empañar la popularidad de los precandidatos.

Es claro que la ventaja y el éxito que su temprana candidatura ha logrado, ha provocado un temor entre sus adversarios, pero a eso se expone cualquiera que se atreva a salir al escenario cuando el telón aún se encuentra abajo. La política puede ser la más bella de las profesiones, pero suele ser sumamente veleidosa. Lo mismo puede traer una carretada de aplausos que la destrucción más vil de eso que los hombres de bien llaman reputación.

En ese ambiente de sofocación en que emanan gases mefíticos los medios han dejado caer la noticia de que el mandatario mexiquense viola lo dispuesto en el artículo 134 de la Constitución Federal que expresamente prohíbe a los gobernantes promover su imagen, al dejar que su biografía se venda como material didáctico para alumnos de educación básica "como si se tratara de un prócer de la nación", dice la nota. Esto en realidad es una nueva agresión de corte político a las aspiraciones del mandatario de marras.

No pasa nada. En dos ocasiones se ha dicho sorprendido. Cuando dijo que no se dio cuenta de que en su reciente visita al Papa hubiera micrófono abierto y en esta vez adujo no estar enterado que su biografía apareciese como material didáctico para alumnos de educación básica.

En fin, muestra una ignorancia acerca de lo que hacen sus subordinados que no es conveniente para quien espera dirigir el destino de este país.

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