El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, pidió ayer al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que no le suspenda sus funciones y exigió a tres vocales de éste abstenerse de participar en el debate del caso por tenerle "enemistad manifiesta".
En un escrito de 26 páginas, el juez advirtió que si los vocales Margarita Robles, Fernando de Rosa y Gemma Gallego no se abstienen en la toma de decisión sobre su situación, tras dos querellas en su contra presentadas ante el Tribunal Supremo, pedirá su recusación. La posible suspensión cautelar del juez de la Audiencia Nacional, sometido a dos procedimientos penales, centró la atención, en los últimos días en el Poder Judicial español y la decisión que habrá sobre este caso. El órgano de gobierno del Poder Judicial de España abrió la víspera el camino para que Garzón sea separado de su Juzgado, debido a que el Tribunal Supremo admitió a trámite dos acusaciones contra Garzón.
Se trata de una presunta prevaricación (delito consistente en que una autoridad, un juez o un funcionario dicte a sabiendas una resolución injusta) al declararse competente para investigar desapariciones durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
La otra es sobre presunta prevaricación y cohecho por solicitar y utilizar unos recursos del Banco Santander para realizar actividades académicas en una universidad en Nueva York.
El CGPJ decidió el día 16 de febrero dar un plazo de 10 días a Garzón para defenderse con todos su alegatos, al entender que está interesado en presentar los argumentos a su favor.
