Denuncia. Familiares de Silvestre Ortiz piden justicia a las autoridades.
Un ejidatario de Santa Ana del Pilar que no aceptó vender su tierra, sufrió la destrucción de su casa por la persona que pretendía comprarle, además de quitarle su paso de servidumbre desde hace dos años y hasta el momento no le han resarcido los daños, pese a la denuncia interpuesta por el afectado.
Crisóforo Ortiz y María Nohemí Crispín, hijo y nuera del dueño del predio, Silvestre Ortiz Martínez, cuentan que el problema comenzó desde hace dos años, cuando el constructor, Jesús Villarreal Gómez, de Torreón, llegó al ejido para intentar comprar las tierras.
"De un grupo de 13 ejidatarios, siete aceptaron vender, pero mi padre y otros no aceptaron y ahora sufre las consecuencias", dice.