Asistentes a un bar ubicado en el sector Centro de la Ciudad denunciaron un acto de arbitrariedad policial ocurrido durante la madrugada de ayer.
Según la versión de testigos, el bar "La Kela", ubicado en Javier Mina, entre Abasolo y Allende, estaba a punto de cerrar sus puertas, cuando soldados y policías municipales encapuchados irrumpieron de manera violenta para sacar a los todavía asistentes y subirlos a las unidades sin que existiera motivo aparente.
"Estábamos a punto de pagar la cuenta porque se había anunciado el cierre del bar, cuando llegaron policías y soldados amenazándonos con sus armas para sacarnos a empujones y palabras altisonantes. A la salida nos estaban subiendo a las camionetas para llevarnos a la cárcel, sin haber hecho nada", dijeron testigos que prefirieron no revelar su identidad.
Según su versión, decenas de asistentes fueron trasladados a las instalaciones de la ergástula municipal en las unidades de soldados y municipales, para permanecer privados de su libertad por espacio de tres horas. Los detenidos fueron liberados hasta que se les permitió realizar el pago de la multa que equivalía a 150 pesos, aunque nunca se les dijo qué delito habían cometido o el motivo de su detención.
Mencionaron que el hecho no se trató de ninguna inspección, pues los elementos fueron directamente a agredir de los presentes, quienes no sufrieron ninguna lesión durante el evento.
Los quejosos dijeron sentirse decepcionado del proceder de las autoridades, pues mencionaron que el bar estaba trabajando en un horario permitido, tanto en la hora de su cierre como en la venta del alcohol que había sido suspendida tiempo atrás a la llegada de los elementos, además de la violencia con la que actuaron en contra de los asistentes, quienes lo único que pretendían era pasar un rato agradable.