El gobierno de Estados Unidos deportó y puso a disposición de autoridades mexicanas a Jaime Quijano Tena, quien era buscado por autoridades de la ciudad de México por su probable responsabilidad en la comisión del delito de fraude específico.
Derivado de la solicitud de localización con fines de extradición internacional formulada por el gobierno mexicano, ya que contaba con una orden de aprehensión librada por el Juez Trigésimo Octavo de lo Penal del Distrito Federal.
Como resultado del intercambio de información entre la Procuraduría General de la República (PGR) y la Unidad de Deportaciones de la Oficina de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos de América, el fugitivo fue ubicado y detenido en el Condado de Berkerville Whidthier, Los Angeles, California, EUA.
Este sujeto se encontraba de manera ilegal en aquel país, y fue trasladado al cruce fronterizo que une las ciudades de San Ysidro, California, y Tijuana, Baja California, para su deportación y detención a su ingreso a territorio nacional por elementos de la Agencia Federal de Investigación, quienes lo entregaron a efectivos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para ser transferido al Poder Judicial.