Desairan bodas y bautizos

La Iglesia Católica necesita ayuda divina.

La drástica pérdida de feligreses y la crisis económica ha provocado una caída de hasta 60 por ciento en servicios sacramentales como el bautismo, la primera comunión y el matrimonio.

Una investigación del experto en religión Elio Masferrer, basada en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y los Anuarios Estadísticos y Pontificio del Vaticano, revela que actualmente sólo 53 por ciento de los matrimonios registrados ante autoridades civiles en el País, realizaron una ceremonia religiosa.

Es decir, mientras el Inegi registró en 2009, 595 mil 713 matrimonios, la Iglesia apenas celebró 315 mil 953 bodas religiosas, que representan 53 por ciento, cuando en 2000 registró 66 por ciento.

El panorama es peor en bautizos, ya que mientras se reportaron 2 millones 597 mil 906 actas de nacimiento en el mismo año, la Iglesia Católica sólo registró un millón 864 mil 985 bautizos, es decir 71.7 por ciento, mientras que hace 10 años mantenía niveles del orden de 90 por ciento.

El declive se acentúa con las primeras comuniones. Éstas pasaron de 2 millones 606 mil 6 en 2000 a 1 millón 224 mil 353 en 2009, poco menos del 50 por ciento.

Además, de acuerdo con las últimas encuestas del Instituto Mexicano de la Juventud, apenas 39.7 por ciento de los jóvenes se declara católico. De acuerdo con el Inegi, en México existen 28.1 millones de jóvenes entre 15 y 29 años que representan 26.2 por ciento de la población del país.

Masferrer indica que la crisis por la que atraviesa la Iglesia Católica mexicana, es una de las más severas en América Latina, porque no sólo le ha pegado la situación económica, sino que la disminución de feligreses la ha hecho perder en el rubro cultural y económico.

Reveló que en México, en 2000, alrededor de 87 por ciento de la población era católica, y actualmente se estima que sólo el 76 por ciento de los mexicanos acepta serlo.

César Andere vendedor de artículos religiosos señala que las personas han dejado de comprar estos artículos, porque antes de pensar en la fe, piensan mejor en comer.

"El país está en crisis y siempre estamos diciendo que salimos, este negocio va para abajo y estamos vendiendo ya muy poco, no hay gente. Los artículos religiosos hace 50 años se vendían bien, pero ahora con todo esto, la sociedad cambió, los chinos, entonces nos han bajado las ventas", apunta, recargado del mostrador donde exhibe rosarios de todos tipos, tamaños y colores, estampas religiosas, cruces y figuras de varios santos.

La Arquidiócesis de México reconoció que existe una baja en las prácticas sacramentales, pero justificó que es por la crisis económica.

"Fundamentalmente es la crisis económica, porque la celebración de un sacramento va ligada a la fiesta, y la fiesta supone un gasto, son dos cosas que van profundamente unidas en nuestra cultura", aseguró el vocero del Arzobispado, Hugo Valdemar.

En entrevista, admitió que a los sacerdotes les cuesta mucho trabajo convencer a las parejas de que se casen sin fiesta o que realicen sus sacramentos sin celebración.