El gobierno colombiano descartó hoy un diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para avanzar en un proceso de paz que ponga fin a 45 años de confrontación.
El Ministro de Defensa, Gabriel Silva, dijo que "no se puede dar marcha atrás" a la guerra frontal contra la insurgencia y en consecuencia sólo se aceptará una paz negociada cuando la guerrilla esté derrotada.
Advirtió que la firmeza del Estado es "indeclinable" y pidió al país 'no dejarse engañar por falsas promesas que pretenden dejar en el pasado las atrocidades que han cometido los grupos al margen de la ley'.
Silva se refería al reciente anuncio de las FARC de su disposición a iniciar diálogos con el gobierno del presidente Alvaro Uribe para concretar un canje de secuestrados en su poder por rebeldes en prisión.
Según el ministro colombiano, lo que pretende (la guerrilla) "es ganar un espacio táctico, un oxígeno, un tiempo para que el narcoterrorismo (como llama a las FARC), logre reactivarse'.
'Pretenden que los colombianos caigan otra vez en unas negociaciones falsas que no tiene el propósito de hacer la paz, lo que quieren es recuperar energías para amenazar y atentar contra Colombia', apuntó.
Por eso "no nos podemos dejar engañar incluso por esos llamados de buena voluntad y buena fe (...) La esperanza de una paz negociada sólo se hará cuando se derroten. Es indeclinable la firmeza de Estado', insistió.
Las FARC retienen a 22 soldados y policías para presionar su canje por unos 500 de sus hombres presos en Colombia y Estados Unidos, que están acusados de terrorismo, secuestro y rebelión.