El ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, descartó que las FARC estén recuperando fuerza a raíz de ataques del grupo rebelde en el suroeste del país, en declaraciones publicadas hoy por el diario El Espectador.
Silva dijo que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están en "un esfuerzo de adecuación estratégica" para mover sus ejes de retaguardia y de financiamiento hacia las zonas fronterizas.
"Eso no es cierto (que las FARC estén recobrando fuerza). Antes de la seguridad democrática (o guerra total contra la insurgencia), teníamos 22 mil guerrilleros; hoy hay cerca de siete mil 500", subrayó el funcionario.
El grupo rebelde lanzó en la última semana una ofensiva en la zona indígena del Cauca, con hostigamientos a poblados, que dejan hasta el momento cinco muertos, tres de ellos policías, y más de una decena de heridos.
Silva aseguró que antes las FARC "tenían al país estrangulado y manejaban una economía de más de tres mil millones de dólares al año y hoy no llega a 700 millones de dólares" debido a los golpes recibidos de las fuerzas gubernamentales.
Agregó que esa guerrilla "pretende volver a convertir a los dirigentes de los colombianos en preseas con el fin de llenar su inventario, porque han perdido ese músculo cruel de los secuestrados para presionar".
Según el ministro, las FARC tienen un plan para secuestrar a nuevas personalidades, como se evidenció con la reciente retención y muerte en cautiverio del gobernador del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar.
Para Silva, es claro que la captura de los jefes superiores del grupo insurgente "es un objetivo y una misión permanente, pero no es una obsesión" de las Fuerzas Militares colombianas.
"Para nosotros es tan importante coger al Mono Jojoy (Jorge Briceño, jefe militar de las FARC) como dar de baja a los combatientes que garantizan el funcionamiento día a día de la organización", concluyó.