El secretario general de la FIFA defendió el martes el proceso utilizado para elegir a Rusia y Qatar como sedes de los mundiales de 2018 y 2022, pero no descartó la posibilidad de cambiarlo para 2026.
Jerome Valcke indicó que la FIFA tiene hasta 2018 para decidir si "debe o no cambiar" la forma en que se elige el país anfitrión. Pero indicó que la votación de la semana pasada fue "perfectamente organizada, perfectamente transparente y perfectamente bajo control".
Rusia superó a Inglaterra, Bélgica-Holanda y España-Portugal para 2018. Qatar —criticado por el comité inspector de la FIFA por su pequeño tamaño y el calor— ganó la sede de 2022 por encima de Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur.
La votación produjo indignación y sorpresa en Inglaterra y Estados Unidos, y provocó acusaciones de que todo el proceso fue muy secreto y estuvo plagado de corrupción.
"Si decimos que algo no funciona, entonces estaríamos reconociendo que algo estuvo mal", dijo Valcke, quien está en Abu Dhabi para la inauguración el miércoles del Mundial de Clubes.
"Lamento decir que hemos organizado un sistema de votación que fue muy transparente", agregó. "Si la duda es que no es transparente porque no saben quién votó por quién, nunca sabrán por quién voté entre Nicolas Sarkozy y Segolene Royal hace tres años cuando fueron las elecciones (en Francia). No les diré porque es mi derecho decidir por quién voto sin tener que decirlo públicamente".
Chuck Blazer, miembro estadounidense del comité ejecutivo, insistió que "el proceso no falló, para nada", y dijo que el voto secreto redujo las presiones ajenas en los 22 miembros del comité ejecutivo en la elección del jueves.
"Personalmente, creo que la votación secreta es necesaria a este nivel en la FIFA porque hay muchos gobiernos y otros individuos interesados en influenciar a los votantes", indicó. "Una forma de protegerlos es permitirles votar sin que sea algo público".
Blazer también criticó los reportes de prensa que alegan que hubo fraude entre los votantes, incluyendo algunos que insinúan que le había prometido su voto a Inglaterra y luego cambió de parecer. Indicó que las acusaciones de que cambió su voto son "completamente ridículas".
"Fui muy claro con todos los que estuvieron involucrados en las candidaturas y que tenían una idea sobre mi inclinación. Nunca le prometí nada a nadie sobre cómo iba a votar", afirmó. "Voté por Rusia y por Estados Unidos, y lo hice por motivos que me parecieron buenos y suficientes".
Antes de la votación en Zurich, los miembros del comité ejecutivo de la FIFA enfrentaron un gran escrutinio de la prensa por acusaciones de corrupción e intercambio de votos.
La FIFA suspendió a dos miembros de su comité ejecutivo por violaciones éticas.
Además, tres días antes de la votación, la BBC transmitió un programa acusando a tres dirigentes —incluyendo al paraguayo Nicolás Leoz y el brasileño Ricardo Teixeira— de haber recibido sobornos de un ex socio comercial de la FIFA.
Valcke y Blazer dijeron que es momento de superar estas acusaciones, y Blazer indicó que de ninguna manera le restan méritos a los ganadores.
"No quiera que estas cosas le resten mérito a los triunfos de Rusia y Qatar", señaló el secretario general de la CONCACAF.
