El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, admitió hoy preocupación por la ley antiinmigrante aprobada en Arizona y dijo que 'no sería la dirección correcta' para su estado.
'Reconozco y apoyo totalmente el derecho y la obligación de un estado a proteger a sus ciudadanos, pero tengo preocupaciones por la ley aprobada en Arizona y creo que no sería la dirección correcta para Texas', señalo Perry en una declaración escrita.
La ley, promulgada por la gobernadora de Arizona Jan Brewer el pasado viernes, establece como delito estatal el ser inmigrante indocumentado en esa entidad.
La ley autoriza a agentes policiales a detener sin orden de arresto previa a cualquier persona que consideren sospechosa de estar indocumentado, lo que ha despertado la atención nacional.
Perry mencionó entre los aspectos preocupantes de la ley, que se incluye el convertir a policías locales en agentes migratorios, 'lo que los aleja de sus actuales labores de aplicación de la ley que son críticas' a la seguridad ciudadana.
'Nuestro enfoque debe continuar estando en los elementos criminales involucrados en la conducción de delitos en contra de texanos y sus propiedades', dijo Perry.
Añadió que la seguridad fronteriza debe ser una alta prioridad y reiteró su petición para que el gobierno federal envíe unos mil soldados de la Guardia Nacional a vigilar la frontera entre Texas y México.
Hasta ahora, al menos dos legisladores de Texas han señalado que buscarán interponer iniciativas de ley similares a la aprobada en Arizona, cuando se inicie el periodo de sesión legislativa en esta entidad en enero próximo.
