Las dos principales fuerzas políticas de la entidad definieron a sus candidatos a la gubernatura en dos procedimientos contrastantes. El PRI realizó un evento multitudinario de protocolo para ratificar a César Duarte Jaquez.
El PAN se abrió a un proceso ciudadano, que resultó álgido, en el que se designó -según datos preliminares- a Carlos Borruel Baquera como abanderado sobre Pablo Cuarón Galindo.
El tricolor buscó demostrar unidad interna en el gimnasio universitario de esta capital, donde se dieron cita unos 12 mil militantes, quienes llegaron a bordo de unos 200 camiones de todas las regiones de la entidad.
La figura del ex presidente de la Cámara de Diputados fue cobijada por la presidenta nacional priista, Beatriz Paredes, los gobernadores de Nuevo León, Rodrigo Medina; de Veracruz, Fidel Herrera; de Durango, Ismael Hernández; de Sinaloa, Jesús Aguilar; de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y por el mandatario local, José Reyes Baeza.
Fue un evento de trámite, ya que de acuerdo con su convocatoria, los delegados seccionales votarían por un precandidato; pero todos los aspirantes declinaron en favor de Duarte, por instrucciones de la dirigencia nacional.
"Les ofrezco dar todo, hasta mi vida si es necesario, por mantener el bien de Chihuahua", dijo César Duarte al advertir que "no le temblará la mano" y que "no tiene miedo" de enfrentar al crimen organizado.
PAN: HASTA DEMANDAS PENALES El albiazul optó porque fuera la ciudadanía la que decidiera su candidato, pero en el proceso hubo hasta demandas penales del alcalde capitalino en contra de sus funcionarios.
