La afición local vivió intensamente la dolorosa derrota que sufrió anoche Santos Laguna ante Monterrey, su acérrimo rival, en el Clásico del Norte, que no debía perder por tratarse de un rival de grupo, que ganó en el Estadio Corona después de siete años y alargó su racha a 28 partidos sin perder.
El Corona registró un lleno completo y el ambiente que se vivió anoche fue muy diferente al de otros partidos. Los cánticos y el sonido de tambores y trompetas de las porras locales se escucharon desde minutos antes de que el árbitro Jorge Eduardo Gasso Flores diera el silbatazo inicial.
La primera desilusión de los seguidores de los Guerreros fue al minuto tres, cuando Humberto "Chupete'' Suazo se abrió un hueco y con riflazo de larga distancia "mató" a Oswaldo Sánchez para anotar el gol de la quiniela.
El tanto de los Rayados cayó como "balde de agua fría'' entre los aficionados laguneros, sin embargo, su entusiasmo se reanimó cuando Carlos Darwin Quintero estrelló un disparo en el travesaño al minuto diez.
La gente estaba prendida y el grito de ¡ay, ay! se escuchó en las tribunas cuando Humberto Suazo y Neri Cardoso hicieron una triangulación dentro del área ante la pasividad de Uriel Álvarez, a quien la afición lagunera le reclamaba su actitud.
A los treinta minutos de juego los ánimos entre Oswaldo Sánchez y Humberto "Chupete'' Suazo se caldearon cuando el chileno hizo caso omiso de un fuera de lugar que le marcaron y pateó el balón a la portería lagunera, afortunadamente Gasso Flores estaba cerca de la jugada y los calmó.
"Esta noche cueste lo que cueste tenemos que ganar'', cantaba la porra La Tribu y su estribillo cobró vida cuando Christian "Chucho'' Benítez empató el marcador al minuto 33 a pase del "Chema'' Cárdenas. El júbilo estalló en las tribunas, pues "El Chucho'' llegaba a 12 goles en su cuenta personal.
Apenas iniciado el segundo tiempo se volvió a repetir la historia. Al minuto 48 el paraguayo Osvaldo Martínez conseguía la segunda anotación de los Rayados, que a la postre fue la del triunfo, mientras la afición lagunera enmudecía.
¡Vamos Guerreros, hay que ponerle un poco más de hue...! era el cántico que entonaba La Tribu al ver que su equipo no podía conseguir el gol del empate. Los cambios de Daniel Ludueña por "La Mona'' Olvera y "Pony'' Ruiz por "Chema'' Cárdenas fueron recibidos entre aplausos, pues tenían esperanzas de que los Guerreros reaccionaran.
Había transcurrido media hora de juego de la parte complementaria cuando la afición local empezó abandonar el Estadio Corona y se registraron los primeros conatos de bronca entre los seguidores de los Guerreros.
¡Quiero un gol, quiero un gol, quiero un gol!, era el reclamo de las porras locales, mientras que los seguidores de Santos Laguna reñían entre ellos en las tribunas y los agentes de seguridad debían multiplicarse para controlarlos.
El ambiente, que al principio del partido fue de alegría, se tornó tenso al final, mientras la gente abandonaba el Estadio Corona desilusionada con la derrota de Santos Laguna, pues era el encuentro que no debía perder.
La tristeza y la desesperación fueron evidentes anoche entre los aficionados del Santos Laguna que acudieron al TSM. Desilusión y tristeza en el TSM