El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) anunció el despido de todo el personal que labora en el penal limeño de máxima seguridad de Piedras Gordas, después que se descubriera que hubo un sabotaje al sistema de comunicaciones que bloqueaba las señales de los teléfonos móviles en esa prisión.
Es común en Perú que delincuentes burlen la seguridad y dirijan sus fechorías desde la cárcel mediante teléfonos celulares.
Rubén Rodríguez, jefe del INPE, dijo que tras un estudio técnico se determinó que los bloqueadores de teléfonos celulares habían sido saboteados por "manos extrañas", y precisó que solo los trabajadores de la institución tienen acceso a esos equipos.
"Los han malogrado (los equipos)... lastimosamente tenemos que reconocer que quienes han hecho eso son los trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario", dijo Rodríguez a periodistas.
"Con fecha de hoy estamos disponiendo el cambio total de los trabajadores del Establecimiento Penitenciario de Piedras Gordas de Ancón, desde el director hasta el último agente", agregó.
Rodríguez hizo estos anuncios al presentar en rueda de prensa un lote de tres mil teléfonos móviles incautados en los diferentes penales del país.
En declaraciones a la emisora Radioprogramas, Rodríguez insistió en que "hasta los perros que cuidan en la puerta, vamos a cambiarlos".
El funcionario también informó que el sábado serán destituidos el director, el subdirector y el director de seguridad del penal El Milagro de la ciudad de Trujillo, donde se incautaron 82 celulares y se encontró una relación con nombres de personas que fueron secuestradas y extorsionadas aparentemente desde la cárcel.
Con ayuda de sus familiares y visitas, los reclusos se las arreglan para filtrar celulares a la cárcel.
Rodríguez comentó que en el penal de Trujillo se descubrió varios celulares escondidos dentro de las patas de una banca usada por los presos.
