Le dicen adiós. Luego de rezar por el alma de la pequeña Paulette sus compañeros de escuela soltaron globos blancos al cielo.
Maestras, compañeros y madres de familia del Jardín de Niños "Kri-Kri" en Interlomas, despidieron ayer a la pequeña Paulette Gebara Farah, quien fue localizada muerta el pasado 30 de marzo en el departamento en que vivía.
Los compañeros de escuela de Paulette soltaron globos blancos hacia el cielo, después de rezar un par de oraciones por la tranquilidad de la menor y lanzar un beso al aire para despedir a su amiga, a quien en el colegio conocían como "Po".
"En estos momentitos vamos a despedirnos de nuestra amiga Paulette que está en el cielo y nos quiere mucho y nos va a acompañar toda la vida, va a estar aquí con nosotros queriéndonos mucho", comentó la directora del colegio, Carmen Valles, durante la ceremonia.
"Virgen María, te pedimos mucho por nuestra querida Paulette; cuídala y cuídanos a nosotros; te queremos mucho y querida Paulette, te amamos", fue la oración de despedida que repitieron los compañeros y maestras de la menor antes de soltar los globos al aire.
En entrevista, Valles recordó a Paulette como una pequeña entusiasta que hacía el mayor esfuerzo por realizar sus actividades por ella misma y a quien sólo debían asistir, debido a su discapacidad motriz y de lenguaje, en algunas acciones cotidianas.
Refirió que en los cerca de dos años que estuvo "Po" en el colegio tanto su papá, Mauricio Gebara como su mamá, Lissete Farah, acudían constantemente a las actividades relacionadas con la educación de la menor.
Papás de Paulette, ausentes en diligencia
Los papás de la menor Paulette Gebara Farah, Mauricio Gebara y Lisette Farah, no acudieron la tarde del domingo para realizar una nueva reconstrucción de hechos, la cual pretendía realizar la Procuraduría General de Justicia mexiquense en el departamento de la familia en Interlomas.
De acuerdo con fuentes de la PGJEM, las cuatro personas que estuvieron en el domicilio la noche del 21 de marzo, cuando desapareció la pequeña de cuatro años de edad, fueron citadas para una nueva reconstrucción de hechos, pero sólo se presentaron las empleadas domésticas, Érika y Martha Casimiro.