Jerry Jones, el dueño y gerente del equipo, tomó la decisión el lunes. (AP)
Los Cowboys de Dallas despidieron al entrenador Wade Phillips y designaron en su lugar al coordinador ofensivo Jason Garrett, según versiones de prensa.
Jerry Jones, el dueño y gerente del equipo, tomó la decisión el lunes.
La gota que derramó el vaso fue la derrota 45-7 ante los Packers de Green Bay la noche previa. Fue la quinta derrota en fila de los Cowboys, ahora con marca de 1-7.
Esta es la peor campaña de Dallas desde 1999 y también se destaca entre las más negativas en su historia.
Y duele más porque los Cowboys venían de ganar su división la pasada temporada, con un triunfo en los playoffs, y la expectativa era que pelearían por ir al Super Bowl que se disputará en su nuevo estadio.
La salida de Phillips representa un hito negativo en la historia del club: es el primer entrenador despedido en plena temporada.
El primer partido con Garrett a cargo será el domingo contra los Giants de Nueva York.
En esta primera mitad de la temporada, casi todo le ha salido mal a los Cowboys. Sobre todo, han cometido errores de desconcentración: faltas, pérdidas de balón y otras equivocaciones propias de un equipo nuevo, no de una de las plantillas mejor pagadas de la NFL.
Phillips no logró que salieran de esta situación. Intentó ser leal a sus jugadores, en vez de mandar a la banca a los que peor estaban jugando. Esto sólo pareció empeorar las cosas.
La situación del equipo terminó de empeorar cuando el quarterback Tony Romo se fracturó la clavícula izquierda el 25 de octubre. Quizás esto era esperable, si no fuera porque la defensa había sido el mayor problema.
La defensa permitió al menos 35 puntos a los rivales en tres partidos seguidos, algo que los Cowboys no hacían desde su primera temporada en la liga, 1960, que terminaron con once derrotas y ninguna victoria.
Lo más extraño es que los defensores son casi todos los mismos que el año pasado lograron la primera seguidilla de dos partidos sin conceder puntos en la historia del equipo. Este puede haber sido el talón de Aquiles de Phillips, que también era el coordinador defensivo.
Durante esta caída, Jones mantuvo su apoyo al entrenador y hasta la semana pasada dijo que éste seguiría en el puesto todo el año. Las primeras cinco derrotas habían sido por un touchdown o menos, lo que mostraba que los jugadores aún se esforzaban. Pero la segunda humillación seguida no dejó opciones a Jones. Algo tenía que cambiar para que los últimos ocho partidos generen algún interés.
