No es fortuito que el estado de Durango se ubique en los primeros lugares a nivel nacional en obesidad, en parte por el consumo de comida considerada como "chatarra".
Los cambios de hábitos alimenticios como el consumo de hamburguesas, además de provocar problemas de salud en la población, generan una caída de hasta el 30 por ciento en la venta de tortillas.
El presidente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla, Antonio de la Torre Carlo, manifestó que se observa una afectación en cuanto a la comercialización del producto derivado de las modificaciones en la dieta del mexicano y en particular de los duranguenses.
En la actualidad existe una tendencia por ciertos productos; "la gente ya no compra tortillas como antes", puntualizó.
De ahí que por el momento se hagan esfuerzos para que no se incremente el precio de la tortilla y se lleven a cabo gestiones en el área de Comercio de la Secretaría de Economía (SE).
En particular, informó que se han tenido algunas reuniones con Lorenza Martínez, funcionaria de la dependencia, con la intención de solicitarle que el programa ProMasa se extienda todo el año y no únicamente hasta el mes de junio de 2010, como se tiene programado.
A cambio, precisó que los industriales de este sector están dispuestos a absorber el precio en el incremento del hidrocarburo que se registra a partir de este primero de marzo.
Es decir, la idea es que se destinen 60 centavos por kilo de masa a los que estén bajo el régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) y un 70 por ciento a los que se encuentren en los regímenes de general o intermedio.
De la Torre Carlo manifestó que desde el inicio de año se tuvo conocimiento de que habría durante el año un incremento del 25 por ciento en el precio de energéticos como el gas, y para contrarrestar esta situación se debe considerar la entrega de un subsidio todo el año.