Contraproducente. Se estancó el comercio al interior del mercado por la apariencia que daba la obra con duración de seis meses. EL SIGLO DE DURANGO
Las obras en el mercado Gómez Palacio provocó el desplome de las ventas porque parecía estar cerrado.
En este periodo vacacional la administración estimó de 80 a 120 visitantes por día.
EFECTOS
Durante los seis meses de trabajos de remodelación el mercado Gómez Palacio sufrió bajas en sus ventas, en todos los locales. "La gente pensaba que estaba cerrado", refirió Sandra Olga Huerta, secretaria general del Mercado, el aspecto de obra alejó a los clientes, pese a la obra los locatarios no pararon sus servicios.
La crisis económica también le pegó a los 469 comercios, los cuales son populares por ofrecer mercancía de identidad cultural, dulces típicos y recuerdos, pero con la caída del turismo también se desplomaron las ventas. La encargada no cuenta con la cifra oficial.
El 60 por ciento de las ventas anuales pertenecen a los turistas, por lo tanto son los periodos vacacionales sus temporadas altas.
Por día calculó recibir entre 80 y 120 visitantes, quienes provienen en su mayoría de Chihuahua, Zacatecas, Hermosillo, Tijuana, Mexicali y Cancún, otro lugar que registra la presencia del interior de la República sobre el extranjero. El mercado es seguido en menor cantidad por gente proveniente de Estados Unidos, en busca de productos con la imagen del alacrán.
"En esta Semana Santa esperamos recuperarnos... ahora tenemos mejores instalaciones e imagen, limpia, moderna y seguirá", hace poco más de una semana que se entregó el piso, evitará que se formen focos de infección. Para completar el proyecto está pendiente la tercera etapa referente a la restauración de la fachada.
PASADO
En 1881 terminó la construcción del mercado Gómez Palacio y desde entonces ha sido el lugar donde los turistas encuentran artículos de la región, los tradicionales dulces y alacranes en relojes, vajillas, llaveros y demás.
En el 2009 la Dirección Municipal de Salud Pública, a cargo en aquel entonces de Jorge Campa Avitia, identificó una problemática por patentes de alcohol en la planta alta, presencia de sexoservidoras y accidentes a causa de la infraestructura lo cual generó la cancelación de las mismas, previo a comenzar la remodelación del lugar. La colocación de vitropiso obedeció a las peticiones de Salud Pública por higiene.
