Los módulos de seguridad, observación y tratamiento de los Centros de Readaptación Social (Cereso) de San Juan del Río y Querétaro funcionan como áreas de castigo.
"A los internos ahí alojados se les restringen más sus derechos que al resto de la población penitenciaria, independientemente de su calidad jurídica", reportó la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
El presidente de dicho organismo, Adolfo Ortega Osorio, realizó recorridos de supervisión a los centros de prevención y reclusión del estado de Querétaro, con la finalidad de conocer las condiciones de vida al interior de los mismos.
En su "Diagnóstico General de las Condiciones de los Centros de Prevención y Ejecución de Sanciones Penales", la CEDH documenta 14 irregularidades detectadas en los penales de Querétaro, San Juan del Río, Jalpan y en el femenil de la capital.
Entre estas irregularidades, el organismo defensor de los derechos humanos acredita el funcionamiento de módulos de castigo, además de la existencia de deficiencias en cuanto a higiene, espacio y privacidad para los internos ubicados en los módulos de Observación y Alta Seguridad.
El informe, que este martes fue entregado al gobernador del estado, José Calzada Rovirosa, también refiere que existe la práctica de imponer sanciones, las que "carecen de la suficiente motivación y fundamentación, generando violaciones a los derechos humanos a la seguridad jurídica".
Este comportamiento transgrede "en forma flagrante lo señalado en el artículo 21 Constitucional respecto a que las sanciones administrativas de arresto sólo pueden ser hasta por 36 horas".
Hace 15 días, un grupo de 30 internos en los módulos de seguridad, inició una huelga de hambre, en demanda de mayor tiempo para salir a tomar el sol, visitas conyugales más frecuentes y mejor alimentación.
En el diagnóstico de la CEDH se afirma que "la visita familiar en los módulos cerrados es cada vez menor a consecuencia de la forma en que las autoridades permiten se lleve a cabo, provocando malestar, falta de privacidad y hacinamiento al encerrar a la visita en la celda de los reclusos".
Por lo que hace a la visita conyugal, el ombudsman queretano asentó que fue detectado que los requisitos exigidos son muy estrictos, ocasionando que gran cantidad de internos no la tengan.
La lista de irregularidades incluye también la sobrepoblación en el Cereso varonil de Querétaro, la insuficiencia de los servicios médicos, la ausencia de seguimiento profesional a la población psiquiátrica y hasta la falta de colchones en las camas de las celdas.
