Uno de los jefes mafiosos más buscados en Italia, considerado el cerebro financiero del clan más sangriento de la Camorra, fue detenido ayer en el sur del país.
Antonio Iovine, de 46 años, apodado "o ninno" (el bebé) por su apariencia juvenil, le sonrió a la muchedumbre frente al cuartel de la policía de Nápoles cuando era sacado de una patrulla y llevado al edificio.
Capo convicto de la familia Casalesi, Iovine había estado prófugo desde hace 14 años. Fue arrestado sin oponer resistencia tras ser hallado oculto en un diminuto espacio dentro de un apartamento en Casal di Principe, un pueblo cerca de Caserta que es considerado el bastión de los Casalesi, dijo la policía.
Los fiscales indicaron en una conferencia de prensa en Nápoles que conversaciones telefónicas interceptadas ayudaron a ubicar a Iovine.
"El nunca dejó su territorio. Un verdadero capo nunca deja su territorio", dijo el jefe de la policía, Santi Giuffre en Nápoles.
Para que se tenga una idea del poder del clan Casalesi en el mundo del crimen organizado, la policía ha confiscado unos 2,000 millones de euros (2,700 millones de dólares) en bienes presuntamente acumulados por sus miembros en los últimos años.
Los investigadores dicen que la familia Casalesi controla lucrativos negocios ilegales de transporte y disposición de desechos tóxicos, un turbio mundo explorado recientemente por el libro y la película "Gomorra".
Otras fuentes de ingresos para el clan son los juegos de azar ilegales, extorsiones, narcotráfico, contrabando de inmigrantes y de armas.