Al menos ocho funcionarios de la ciudad de Bell fueron arrestados hoy por la Procuraduría de Distrito del condado de Los Ángeles debido a sus salarios de escándalo y abusos en sus funciones.
El alcalde de Bell, Oscar Hernández, y el administrador, Robert Rizzo, este último quien percibió en 2010 un sueldo de unos 800 mil dólares y cerca de millón y medio de dólares en prestaciones, figuran entre los detenidos.
Tras un reportaje publicado en fecha reciente por el periódico Los Angeles Times, salieron a relucir los salarios 'estratosféricos' de los funcionarios, así como los abusos en su gestión en esta pequeña ciudad del sureste de Los Ángeles.
El procurador, Steve Colley, convocó para la tarde de este martes a una rueda de prensa en la que dará a conocer los pormenores de los arrestos y en la que presentarán los cargos por actos de corrupción y abuso cometidos por los funcionarios en su desempeño.
Se indicó que las detenciones se realizaron esta mañana en un operativo que las autoridades llevaron a cabo en los domicilios de los funcionarios, que en las últimas semanas causaron airadas protestas de los residentes de la ciudad.
Entre los detenidos también figuran la asistente del administrador, Angela Spaccia, los concejales de la ciudad, Luis Artiga, Teresa Jacobo y George Mirabal, así como los ex concejales George Cole y Víctor Bello.
Las primeras versiones de la prensa local indicaron que los agentes rompieron la puerta de la residencia del alcalde Hernández, luego que éste no respondió al pedido de abrirla para luego ser esposado y detenido.
La semana pasada, el procurador de California, Jerry Brown, presentó una denuncia contra funcionarios de Bell por presuntas transacciones financieras fraudulentas, además del manejo indebido de fondos públicos, entre otros cargos.
En julio pasado, Rizzo junto a algunos funcionarios, incluida su asistente Spaccia y el jefe de la policía, anunciaron su renuncia, tras conocerse el escándalo de sus altos sueldos.