Un grupo de reos pandilleros salvadoreños detenidos en el penal de Cojutepeque, departamento de Cuscatlán, estalló hoy dos granadas artesanales sin que se registraran víctimas, informó la Policía Nacional Civil (PNC).
Fuentes de la institución señalaron que autoridades de la cárcel pidieron refuerzos de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO) para controlar la violencia que se desató en el centro penal.
La detonación se registró después que el pasado lunes un reo murió y al menos tres resultaron heridos tras protagonizar disturbios entre los internos.
En total, dos reos murieron y 24 resultaron heridos esta semana luego de los desórdenes que también se desarrollaron en el penal de Sonsonate.
Según los informes, la población del penal se niega a ingresar en sus celdas debido a las detonaciones de granadas.
En al menos 11 centros penales de los más de 20 que existen en el país mantienen acciones de rebeldía desde hace dos semanas en demanda de mejor trato y la ampliación de visitas familiares.
El director de Centros Penales, Douglas Moreno, dejó entrever que detrás de las acciones violentas y de rebeldía en esos reclusorios estaría la cárcel de máxima seguridad de Zacatecoluca, en el sureño departamento de La Paz, donde están los internos más peligrosos del país.