Truena. Primero estalló la pólvora de los lados del monigote, luego el tronco y por último la cabeza.
En Sábado de Gloria, cerca de cien jóvenes de la colonia Francisco Zarco, mejor conocida como "Trincheras", cambian su aspecto rudo, "de barrio", por mostrar sus velludas piernas con minifaldas, sostenes con relleno que dejaban ver sus tatuajes, pelucas y un maquillaje que contrasta con sus barbas y bigotes.
Antes de participar en la verbena popular en la que se convierte la Quema de Judas, recorren la ciudad pidiendo dinero a todo el que se encuentre en las calles de Gómez Palacio que recorren en vehículos con bocinas y un gran "chamuco", mismo que pasean por la ciudad.
La Quema de Judas saca a la gente por sus balcones y a los niños los hace subir a los árboles para ver mejor, amas de casa llevan a sus bebés y al lugar acuden más de 50 vendedores ambulantes. La calle Veinte de Noviembre se cierra ante la presencia de los espectadores que en este caso fueron más de mil.
La Quema del Judas representa la limpieza que se obtiene mediante el fuego, en este caso fueron "Diablos" pero algunos Judas son muñecos que representaban a personajes poco queridos de la vida pública, regularmente delincuentes repudiados por la sociedad o políticos.
Al ritmo de Reggaeton, cumbia y banda, fueron cuatro "barrios" los que hicieron diferentes Quemas de Judas: Orilla 13, Six Park, Barrio Alto y Los Mozart.
Juan Luis Cisneros, de 20 años de edad, decidió convertirse para esta ocasión en una señora embarazada. "Hay que ser únicos", dice con orgullo. Con una peluca de 60 pesos, un traje de su hermana y un gran relleno para simular un vientre abultado fue parte del "show" al igual que don Fermín Hernández, un vecino de "Trincheras", a quien los "travestis" tomaron por sorpresa para que bailara con ellos. En la verbena, por poco pierde la camiseta.
Luego de tronar al Judas con cuetones de pólvora integrados en el monigote, la gente se pasó a las cuadras aledañas a la Veinte de Noviembre. En el lugar, una "pelirroja" de nombre Fernando Flores, de 18 años de edad, bailaba "La Peinada", de Chuy Lizárraga, luego subió brevemente a la caja de la Patrulla 235 y cual reina de la primavera saludó a los espectadores. La fiesta concluyó a las 2:30 de la tarde.
