Vigila. Manuel ayuda a un aforador a mantener el nivel del agua del canal que pasa por Paso del Águila y desemboca en Presa de Guadalupe.
Día y noche debe estar atento al nivel del agua que lleva el canal de riego. Si es superior o menor al nivel indicado es señal de que algo anda mal y es necesario que actúe, o de lo contrario el canal se podría desbordar, inundar el cultivo o algún ejido.
Manuel Flores Martínez, 64 años, no recibe ni un solo peso por vigilar el correcto cauce del agua de riego, lo hace por amistad.
El oficio lo aprendió de un aforador, amigo suyo, que comenzó a explicarle cómo funciona el canal durante la temporada de riego, qué es lo que debe hacer en caso de que el nivel no sea el programado o alguna otra contingencia.
Flores Martínez, vive en una solitaria casa ubicada en los terrenos del ejido San Andrés. La casa está en medio de parcelas en un pequeña propiedad, la cual cuida. Es por eso que no se molesta en "echarle la mano" al aforador, pues además su hogar está cerca de las compuertas que regulan el agua.
"Cuando yo no pueda venir y esté el canal muy alterado le das una vuelta por favor. El nivel del agua debe conservarse todo el tiempo, si sube del nivela al 19 hay peligro, se debe mantener en el nivel que te indique -Es lo que me dice mi amigo-", dijo Manuel.
El agua para el riego de aniego, o presiembra, llega en el mes de marzo y culmina en agosto.
"Cuando se avisa que va a llegar el agua, se limpia el canal, se abren las compuertas y se aceitan. Si nos dicen que la van a soltar el día 4 nos llega para el 6. Se preparan las compuertas para acomodar el nivel. Los aforadores por la noche aquí navegan porque el agua trae basura y llantas y se acumula en las compuertas. Vienen adelante del agua para recoger toda la basura", dijo.
De ahí explicó lo que sigue es la vigilancia de las compuertas, que son las que regulan el paso del agua. En algunos lugares sobre todo en ejidos, la gente cierra o abre las compuertas lo que les ocasiona dificultades.
"El riesgo es que se puede inundar algún ejido, o reventarse el canal lo que retrasaría al módulo", dijo. Sin embargo no es lo único que afecta al paso del agua, también los es la basura.
"Hace poco se vino un sillón y se nos atoró en la compuerta. Yo rápido lo saqué antes de que nos causara alguna dificultad", dijo.
Anteriormente existían cuadrillas que vigilaban el paso del agua de los canales, o los aforadores lo hacían desde una casa cercana a las compuertas, aunque éstas estuvieran muy alejadas de la ciudad o los poblados. Ahora, por la disminución de los usuarios y las nuevas tecnologías, la situación se modernizó, pues son los propios sembradores quienes vía celular, le informan al aforador que el agua es muy escasa o bien que el canal está a punto de reventar y ya éstos, se trasladan en sus vehículos.
EXPLICACIÓN.
Sobre el sistema de riego, Esteban Martínez Cabrales, gerente técnico del Módulo 12 de Porvenir, municipio de Francisco I. Madero, explicó que los niveles de agua se determinan en base a un plan de riego elaborado por los usuarios de los módulos, el cual le es entregado a la CNA quien se coordina con ellos para dar el servicio.
"El Plan de Riegos consiste en dividir en decenas cada uno de los riegos, control de cultivos, superficies, láminas de riego, gastos de canales", dijo.
El plan es elaborado por las secciones en las que se divide el módulo, las cuales cuentan con determinado número de superficie.
Durante el riego de presiembra el volumen es casi uniforme, pero una vez que los campesinos deciden cuál va a ser su cultivo, se les proporciona los riegos de auxilio y la cantidad puede variar. Éstos tienen intervalos y duraciones, que se obtienen dividiendo el número de hectáreas entre los días de riego para determinar el volumen diario de agua. El objetivo es que el cultivo se desarrolle en forma normal y se coseche en un período óptimo o que sea suficiente para erogar los gastos y que quede utilidad.
Crónicas del
ESTEBAN CABRALES
GerenteTécnico de Módulo
