El disidente cubano Guillermo Fariñas, quien fue ingresado la víspera en terapia intensiva debido a una huelga de hambre que aún no depone, se encuentra el viernes estable y sin peligro inminente para su vida, dijo su médico.
"En este momento está hospitalizado, recibiendo hidratación. Está consciente", dijo a la AP vía telefónica el doctor Ismeli Iglesias, también opositor y quien estuvo junto a Fariñas.
Fariñas, un psicólogo de 48 años que comenzó una huelga de hambre hace dos semanas, fue ingresado por segunda vez el jueves por la tarde luego de sufrir un desmayo, pero a diferencia de la primera ocasión en esta quedó alojado en la sala de terapia intensiva.
"Ya no corre peligro su vida, se puede prolongar por meses esta situación", dijo el médico. Indicó que su preocupación ahora son las complicaciones que pueden producirse, como infecciones, debido a que su sistema inmunológico está deprimido.
De todas maneras tanto Iglesias como la vocera de Fariñas, Licet Zamora, indicaron que el disidente sigue con la misma actitud, o sea no toma alimentos o agua por su propia mano.
El disidente comenzó su protesta el 24 de febrero, un día después de la muerte de su correligionario Orlando Zapata también debido a complicaciones de una huelga de hambre y cuyo deceso provocó muchas reacciones de condena contra el gobierno cubano.
Fariñas reclama además la liberación de una veintena de presos políticos.
Aunque el propio presidente Raúl Castro lamentó el fallecimiento de Zapata, las autoridades afirmaron que el opositor, de 42 años y con un extenso prontuario de delitos, era un reo común y manipulado por opositores en medio de una campaña contra la revolución hasta convertirlo en un conveniente mártir.
La última condena recibida por Cuba debido a este caso fue la votada la víspera por el Parlamento Europeo que consideró "evitable" y "cruel" la muerte de Zapata.
Pese a estas críticas del viejo continente, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega dijo el viernes que "no hay contradicciones" entre la política del gobierno español --uno de los más cercanos a la isla en cuanto a la intención de diálogo-- sobre Cuba y la resolución que aprobó el legislativo europeo sobre Zapata.
En la isla por segundo día consecutivo hubo rechazos a la posición de Europa, calificándola de "cínica", "discriminatoria" y rechazando la autoridad moral de la Unión para criticar a Cuba en materia de derechos humanos remarcando el largo historial del viejo continente en persecución de inmigrantes, permisos para sobrevuelos irregulares con prisioneros a Estados Unidos o silencio ante cárceles ilegales de Washington en el caso de Medio Oriente.
"Lo sucedido en el pleno del Parlamento Europeo, quedará para la historia como evidencia de la mentalidad todavía colonialista de los estados europeos", comentó el gubernamental periódico Granma el viernes.