MÉXICO, DF.- El gasto en pensiones desbordó, una vez más, el presupuesto del Gobierno Federal.
Durante 2009, la erogación del ISSSTE en ese rubro rebasó en 89.8 por ciento lo programado para esta área, lo que significa un desembolso adicional de 36 mil 58 millones de pesos, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda.
Según especialistas la explicación a este gasto excesivo se deriva de errores de cálculo de la propia Secretaría, del bajo porcentaje de burócratas que optó por el nuevo sistema de retiro con cuentas individualizadas y de un mayor número de personas que optaron por jubilarse.
Odilia Ulloa, especialista en seguridad social, indicó que existen diferencias entre lo que se presupuesta y el gasto real, sobre todo a partir de 2008, en donde crece más la población que se jubila.
En 2008, el gasto rebasó en 24 mil 421 millones de pesos a lo presupuestado, mientras que el número de jubilados llegó a 56 mil 384. Para 2009, los jubilados crecieron en 78 mil 454, cifra sin precedentes.
Dos años antes, es decir en 2006, los nuevos burócratas pensionados fueron fueron 31 mil 74, y en 2007 llegaron a 31 mil 878.
La experta dijo que la reforma provocó "una corrida pensionaria", es decir, un importante número de trabajadores que ya cumplían los supuestos para jubilarse (en años de servicio) optó por hacerlo antes de 2010, año en que inician los cambios para este tipo de retiro.
"Con ello aumentaría en el corto plazo de manera considerable el presupuesto para pagar estas obligaciones a cargo del Gobierno Federal", detalló.
Berenice P. Ramírez López, especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, indicó además que la jubilación anticipada se debió también a presiones del Gobierno ante un inminente aumento del costo de transición.
"Era más factible que se jubilaran muchos antes de que el Gobierno cargara con un costo todavía mayor", dijo.
Marco Cancino, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo de México (CIDAC) argumentó que la reforma al ISSSTE fue un fracaso, pues el Gobierno apostaba a tener que destinar menos recursos para el pago de pensiones si los trabajadores elegían el sistema de capitalización individual, pero en realidad fueron muy pocos los que optaron por él.
Según los Criterios Generales de Política Económica para 2010, sólo 22 por ciento de más de 2.5 millones de trabajadores activos escogieron el régimen de cuentas individuales, es decir, fueron apenas 565 mil los que optaron por este sistema.
BERENICE RAMÍREZ
Especialista de la UNAM