Cientos de cristianos de todo el mundo marcharon desde el Monte del Olivo hasta Jerusalén para celebrar el Domingo de Ramos, recorriendo de nuevo los pasos que según la tradición dio Jesús hace 2 mil años.
Los peregrinos ondeaban banderas nacionales y con los símbolos de la Iglesia detrás de un burro blanco, el cual, según la tradición cristiana, fue usado por Jesús para entrar en la ciudad sagrada.
Varias decenas de policías israelíes hacían vigilancia, una pequeña fracción de las fuerzas de seguridad que en las últimas semanas se han mantenido en activo debido a las tensiones con los palestinos.
No se registraron incidentes en Jerusalén durante la jornada.
"Veo los problemas aquí como parte del viaje, mostrando los extremos que se viven en esta ciudad de Dios", dijo Jane Voigts, una pastora evangélica de San Luis Obispo, California. "Realmente he visto más gracia y esperanza entre el sufrimiento, aquí".
En las últimas semanas, grupos de palestinos se manifestaron en respuesta a los planes israelíes de construir departamentos en Jerusalén oriental. También se quejaron de la rededicación de una antigua sinagoga en el barrio judío de la Ciudad Antigua de Jerusalén.
A la mayoría de palestinos de Cisjordania se les prohibió la entrada el domingo en Jerusalén, tal y como señalan las regulaciones israelíes.
Los palestinos y sus partidarios que exigieron acceso a la ciudad entraron en ella a través de un cruce entre el poblado de Belén y Jerusalén. La Policía les hizo dar la vuelta y arrestó a 12 de ellos.
Los palestinos dijeron que uno de los arrestados es el activista de Al Fatah, Abbas Zaki. Otros celebraron la festividad en la Iglesia de la Natividad en Belén, el lugar donde se considera que nació Jesús, y alrededor del mundo millones de cristianos también celebraron el Domingo de Ramos.
