El Billings es una opción sana de control natal, fácil de llevar, y que determina con certeza el estado fértil de la mujer.
Hace no muchos años, el Billings era uno de los principales métodos anticonceptivos; hoy su nombre se escucha poco y los jóvenes ni siquiera saben de su existencia, pero esto no significa que haya perdido efectividad.
Los tiempos han cambiado y la educación sexual que hoy se imparte en las aulas es muy distinta a la que recibieron quienes tienen más de 50 años. Antes se abordaba muy escuetamente el ciclo reproductivo de los seres humanos y se hablaba con brevedad acerca de los sistemas de control de natalidad para ejercer una sexualidad responsable, dando mayor peso a las alternativas que se basaban en la abstinencia, como el método de ritmo. Pero la proliferación de enfermedades venéreas, así como la disminución en el promedio de edad en la cual los jóvenes se inician en la actividad sexual, propiciaron que se diera cada vez mayor difusión a los anticonceptivos hormonales y sobre todo a los de barrera, es decir los condones, que incluso se reparten en numerosas aulas escolares.
Poco a poco los sistemas antes tradicionales parecen haber quedado en el olvido; entre ellos se encuentra el método Billings, que a pesar de considerarse muy efectivo no es tan conocido por las generaciones actuales.
DESCONOCIDO PERO VIGENTE
El método Billings es poco utilizado entre los jóvenes en general y particularmente entre la población mexicana, dada la disciplina que requiere. Frente a otros procedimientos anticonceptivos es prácticamente desconocido, pero ello no quiere decir que sea ineficaz ni obsoleto. Su efectividad depende en gran medida de la responsabilidad que asuma la pareja, y se considera una buena alternativa para quienes tienen una relación estable.
El Billings es una opción sana de control natal, fácil de llevar, y que determina con certeza el estado fértil de la mujer. Por otro lado, mientras muchas féminas en nuestra cultura no exploran su cuerpo y por lo tanto sólo participan en el acto sexual de manera pasiva, este sistema les entrega la posibilidad de reconocer su intimidad y otorgarse el permiso de disfrutarla plenamente.
El método tiene varias décadas de existencia. En 1953 el doctor John Billings analizó los diferentes tipos de moco producido por las criptas que se encuentran en el cuello uterino alrededor del tiempo de la ovulación, logrando diferenciar los días fértiles y ofreciendo de este modo una alternativa para que las parejas sean capaces de elegir cuándo embarazarse.
Con el paso del tiempo el método se ha perfeccionado; inicialmente exigía la valoración visual del moco por medio de la inspección, pero hoy en día se basa en lo que la mujer siente en la vulva, lo cual permite que hasta quienes padecen ceguera puedan apoyarse en él. Su aprendizaje es muy sencillo.
LA OVULACIÓN ES LA BASE
Jorge Fernández y Beatriz Lorda, promotores e instructores del Billings desde hace más de 20 años, afirman que este sistema es altamente efectivo para decidir el momento de procrear e incluso elegir el sexo de los hijos.
Para emplearlo hay que entender el proceso de ovulación, pues en el transcurso de éste se presentan distintas variaciones importantes en la viscosidad del moco cervical, las cuales indican el estado de fertilidad en la mujer. Aunque una vez que se aprende a distinguir los diferentes estados del moco es sencillo llevar el método, para entenderlo y llevarlo de una manera efectiva no basta con informarse acerca de las diversas presentaciones de dicha sustancia, es fundamental que la pareja cuente con la asesoría y estricta supervisión individual de un especialista no necesariamente médico, basta con que sea un instructor debidamente calificado.
PARA QUIÉN SE RECOMIENDA
Aunque el Billings se contempla actualmente como una alternativa anticonceptiva, su planteamiento original no es el de evitar los embarazos, sino programarlos. Técnicamente pueden adoptarlo personas de cualquier edad y estado civil, pero la gente que decide incorporarlo a su vida íntima no debe perder de vista que en ningún momento protege de un posible contagio venéreo. Por ello no se considera una opción segura para quienes tienen varios compañeros sexuales o no están dentro de una relación bien cimentada, sólida, de confianza total.
El Billings es recomendable para parejas que aparte de estables sean altamente disciplinadas, pues exige como requisito indispensable no tener relaciones sexuales durante los días fértiles, además de evaluar cuidadosamente las sensaciones vulvares del moco cérvico y registrarlas en una gráfica.
Los expertos apuntan que existen varias ventajas de tomar el Billings como técnica de planificación familiar:
-Es un procedimiento natural sin riesgos.
-Las parejas asumen la disciplina necesaria para ponerlo a prueba y ven mejorada su comunicación y su compromiso en un proyecto de vida.
-Ofrece una alternativa a la gente que tiene objeciones para usar otros sistemas anticonceptivos.
Es importante subrayar que al decidirse a llevar este método los cónyuges no podrán tener relaciones por un periodo que va de dos a cuatro semanas, con el propósito de que la mujer aprenda a reconocer los cambios en su fertilidad. Por lo mismo, deberán evitar todo tipo de contacto genital, incluido el manual, pues las secreciones de la excitación pueden confundir las observaciones.
CAUSAS DEL FRACASO
Aunque muchos hablan de un 99 por ciento de éxito en el empleo del Billings, el Manual de reproducción humana publicado por la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia señala que el nivel de seguridad sólo alcanza el 80 por ciento.
Quienes tienen menos probabilidades de que este sistema les funcione son aquellos que no están dispuestos a disciplinarse y abstenerse de manera periódica en su vida íntima. Hay amantes que por su manera impulsiva echan por tierra la efectividad del método. Asimismo, la rutina de tener que elaborar las gráficas puede provocar cansancio mental o el deseo de brincarse las reglas.
En opinión del Gineco-obstetra Gustavo Romo, son pocas las parejas que siguen el Billings con eficacia. “Los embarazos inesperados son frecuentes, y personalmente no he visto que dé resultado para determinar el sexo del bebé. Tampoco lo recomiendo para mujeres que son irregulares en sus ciclos”, apunta.
¿ES PARA NOSOTROS?
Cada par de amantes debe decidir conscientemente cómo llevar su sexualidad y plan reproductivo. El uso del Billings puede favorecer la unidad entre un hombre y una mujer, que al llevarlo en conjunto se sienten iguales en valor y compromiso ante la vida y su futura familia. Quien así lo desee puede muy bien adoptar este método y darle su justo valor.
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