Las autoridades carcelarias de Texas investigan la posibilidad de que dos reclusos que se fugaron del reclusorio Briscoe Unit por un boquete abierto en una valla de seguridad recibieron ayuda del exterior.
Michelle Lyons, vocera del Departamento de Justicia Penal de Texas, dijo el viernes que los reclusos, ambos mexicanos, siguen prófugos.
La fuga de José Bustos Díaz, de 21 años, y Octavio Ramos López, de 27, fue detectada el martes por la mañana tras huir a través de un ducto de ventilación en el taller de carpintería de la prisión, donde fabricaban sillas, dijo el viernes el diario San Antonio Express-News.
Bustos Díaz cumplía una condena de 35 años por un homicidio cometido en el condado de Herris. López fue condenado en el condado de Hidalgo y cumplía 20 años por secuestro premeditado y 12 años por narcotráfico.
El inspector general del departamento penitenciario estatal, John Moriarty, dijo que su oficina inició una investigación interna para determinar cómo lograron los dos mexicanos burlar la vigilancia de los centinelas.
"Por ahora, se trata de un caso sin indicios de que haya existido una colaboración por parte del personal" del departamento de prisiones, dijo Moriarty, aunque aclaró que los funcionarios "intentan montar un caso contra cualquiera que los haya ayudado" desde el exterior.
Una vez fuera de la prisión, ambos recorrieron 25 metros (yardas) antes de llegar a la valla de seguridad y abandonar el recinto sin ser detectados, dando pie a una búsqueda generalizada. Los perros rastreadores perdieron su pista en las afueras de la valla, dijo el vocero de prisiones Jason Clark.
Las autoridades carcelarias se pusieron en contacto con las mexicanas y con el consulado mexicano, en caso de que los fugitivos intenten regresar a su patria.