Necropsias. En el Servicio Médico Forense (Semefo) se confirmó que en ambos casos se trató de un suicidio; suman 59 en el año.
Durango
En los primeros minutos de ayer, la Procuraduría General de Justicia del Estado tomó conocimiento de dos decesos en la ciudad capital; de acuerdo con las primeras indagatorias se determinó que en ambos caso la muerte fue provocada por las mismas víctimas. Se trata de los suicidios números 58 y 59 en el año.
EXTRAÑABA A SU AMIGO
El agente del Ministerio Público dio fe del deceso de Rogelio Flores Hernández, quien contaba con 24 años de edad y tenía su domicilio en la calle 16 de Septiembre, en la colonia Constitución, al sur de la ciudad.
Los agentes investigadores señalaron que el joven Rogelio Flores utilizó un arma de fuego calibre .380 para cortarse la existencia, pues tras tomar la fatal determinación se disparó debajo de la barbilla, a la altura de la tráquea, y la bala se le anidó en el cráneo.
Por su parte, los familiares del ahora occiso declararon que Rogelio sufría constantes depresiones tras el fallecimiento de un amigo e inclusive él le comentó en una ocasión a una de sus amistades su deseo de morir.
Para comprobar el suicidio, los agentes de Servicios Periciales hicieron estudios de balística y tras practicarle la prueba de radisonato al cadáver resultó positiva.
SUFRÍA ALTERACIONES EMOCIONALES
Por otra parte, la Procuraduría dio a conocer que en el interior del domicilio ubicado en la calle Olmos, en el fraccionamiento Bosques del Valle, fue encontrado el cuerpo sin vida de María Claudia González, quien contaba con 42 años de edad.
El esposo de la ahora occisa, Marcos Montalvo, fue quien encontró el cadáver que tenía enredado en el cuello cable de luz y que estaba atado en lo alto de una viga en la cocina. De acuerdo con la declaración de sus familiares, María Claudia estaba bajo tratamiento médico, consecuencia de alteraciones emocionales y con medicamento controlado.