Revelación. Elton John confesó que tuvo ataques, pasaba días sin dormir y se volvió bulímico a consecuencia del consumo de sustancias, sin embargo no se consideraba drogadicto. ARCHIVO
LONDRES, INGLATERRA.- El cantante y compositor británico Elton John confesó ayer en una entrevista que las drogas que tomó durante años estuvieron "muy cerca" de matarle.
En conversación con el periodista Piers Morgan en el programa "Piers meets Elton: a life stories special", que se emitió anoche en la cadena ITV, el cantante admitió que siente escalofríos al recordar su comportamiento.
A la pregunta de Morgan de "¿cómo de cerca estuvieron las drogas de matarte?", el cantante respondió: "Muy cerca. Quiero decir, tenía ataques epilépticos que me hacían ponerme azul y la gente me encontraba en el suelo y me metía en la cama, y al cabo de 40 minutos estaba inhalando otra línea.
"Era así de deprimente, me quedaba hasta tarde, fumaba porros (cigarros de marihuana), me bebía una botella de whisky y entonces me quedaba levantado tres días y después me iba a dormir durante un día y medio".
Elton agregó que "Me levantaba otra vez y, estaba tan hambriento al no haber comido nada, que igual engullía tres bocadillos de tocino, un bote de helado y después lo vomitaba todo, porque me convertí en bulímico, y entonces lo volvía a repetir todo. Así de trágica era mi vida", rememoró el artista.
Pese a todo, asegura que no se veía a sí mismo como a un "drogadicto", término que asociaba con la "gente que se pinchaba en los brazos. Y era el mayor yonqui (drogadicto) que había", reconoció ahora.
En otro momento de la entrevista, el cantante habló de sus posesiones más valiosas.
"Compré una fotografía por un millón de dólares, y era sólo una fotografía. Era un Man Ray (artista estadounidense). He estado coleccionando fotografías desde 1991, y entre David (su pareja) y yo tenemos probablemente la mayor colección privada de fotografía, me lo tomo muy en serio, aunque no hablo mucho de ello", afirmó.
Preguntado sobre cuál es el objeto que la ha reportado más felicidad en su vida, declaró: "Un vibrador, sin duda. Uno de oro".