Productos. El regidor Alejandro Bardán asegura que se vende de todo en los tianguis que operan en diferentes puntos de la ciudad.
La falta de una reglamentación en materia de tianguis y de vigilancia en este tipo de lugares que son visitados por miles de duranguenses se ha convertido en campo fértil de diversos ilícitos.
De acuerdo con lo manifestado por el presidente de la Comisión de Actividades Económicas, Alejandro Bardán Ruelas, en los mercados informales que se instalan diariamente en diferentes puntos de la ciudad se ha detectado la venta de estupefacientes y algunos artículos de los que se desconoce su origen y se presume que podrían ser robados.
Lo anterior de acuerdo con lo expresado por los mismos vecinos de los sitios en donde suelen ubicarse los vendedores informales.
NORMATIVIDAD
El regidor dijo que ante la situación que se presenta se trabaja en el Reglamento de Tianguis y será para el mes de diciembre, o a más tardar en enero, cuando ya se cuente con el documento, esto previo análisis de las comisiones en el Cabildo.
Mencionó que además se revisan otros ordenamientos sobre el tema, que actualmente rigen en ciudades como Querétaro, Aguascalientes y Morelia.
MAYOR SEGURIDAD
Respecto de las actividades relacionadas con la seguridad, de manera inmediata se solicitará la intervención de las corporaciones de seguridad. En este tipo de temas consideró que se requiere la participación de los tres órdenes de gobierno.
Se requiere de un trabajo coordinado entre la Procuraduría General de la República (PGR), la Fiscalía General del Estado y la Dirección Municipal de Seguridad Pública.
Dijo que es necesario que se intensifiquen los rondines en algunos puntos de venta, que se estima son un total de 35.
Informó que son más de tres mil 350 comerciantes los que se instalan en los mercados informales; el más grande es que se ubica todos los domingos en la Explanada de los Insurgentes.
Este último ha tenido un crecimiento considerable; en los alrededores del Santuario de Guadalupe en un solo día llegan a comercializar sus productos más de mil personas desde las primeras horas hasta después de las 16:00 horas.
No contar con un marco jurídico que los regule ha generado diferentes tipos de prácticas incluso por parte de algunos líderes sociales, que son los que se encargan de cobrar por permanecer en la zona.