El Fondo Monetario Internacional (FMI) observó un mejor panorama para la economía mexicana, la cual fue ubicada con una expansión de 4%, para todo 2010.
En su último informe difundido en octubre de 2009, el organismo internacional sobre México tenía un Producto Interno Bruto (PIB) de 3.3%.
En su revisión de la Actualización de las perspectivas de la economía mundial, correspondiente a enero de 2010, el FMI informó que la economía de México se habría contraído 6.8% en 2009.
Miguel Messmacher, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, informó que la economía de México registrará un crecimiento económico mayor a 3%, pronosticado en forma oficial.
El FMI planteó que el sistema financiero comenzó a estabilizarse, pero hacia adelante se encuentran retos fiscales, la realización de reformas y el repliegue de medidas de apoyo. “Pese a las mejoras, la estabilidad financiera sigue siendo frágil en muchas economías avanzadas y algunos países de mercados emergentes golpeados duramente”, planteó el FMI.
Añadió que en todos los países el objetivo consiste en desmantelar las intervenciones públicas extraordinarias para pasar a un sistema financiero internacional que sea más seguro, pero que conserve el dinamismo necesario para promover un crecimiento sostenible.
En su informe, el FMI proyectó para 2011 un crecimiento de 4.7%.
El reporte detalló que la economía mundial tendrá un crecimiento de 3.9% en 2010 y 4.3% en 2011.
Para Estados Unidos, el FMI proyecta una expansión de 2.7%.
China será uno de los motores de crecimiento económico en 2010, con una proyección de 10%, mientras en América, Brasil se expandirá 4.7%.
Preocupación
El FMI planteó que las autoridades financieras tienen la ardua tarea de decidir en qué momento, a qué ritmo y qué secuencia se repliegan las medidas de política monetaria y financiera. Así como poner en marcha una estrategia de mediano plazo en el saneamiento de las finanzas públicas y la reducción de la deuda.
“Si el apoyo se retira prematuramente, las presiones sobre el sistema financiero podrían recrudecerse (por ejemplo, en los países con una recuperación débil y persistentes vulnerabilidades financieras)”, planteó el organismo multilateral.
Mantener el apoyo demasiado tiempo podría generar presiones inflacionarias y sembrar las semillas de crisis futuras (por ejemplo, en países con riesgos de excesos financieros y recalentamiento). El fondo añadió que el crecimiento bancario continúa débil, aunque se están acercando al punto más bajo del ciclo.
“Las perspectivas de un repunte fuerte son sumamente inciertas; salvo en el caso de China, el crecimiento del crédito continúa sin experimentar una recuperación notable en muchos mercados emergentes”, puntualizó, y destacó que, en el mediano plazo, una de las prioridades era mantener la estabilidad financiera para alcanzar un crecimiento mundial vigoroso, sostenido y equilibrado.
