Editorial: Diversión sin sangre
Al salir de ver Toy Story 3, era imposible no pensarlo: en la sala lo que abundaba eran los adultos. Los niños tal parecía que habían sido sólo la justificación para que quienes habían visto la primer película ahora, mayores, entraran al cine sin ser mal vistos.
Hubo risas, uno que otro suspiro y hasta quién casi suelta la lágrima en las escenas más dramáticas de la historia.
No hubo muertos, no hubo sangre. La máxima violencia en pantalla fue un preescolar lamiendo juguetes y otros aventándolos o golpeándolos... ¿qué se puede esperar? ¡son niños!
¿Qué nos llevamos los que hemos visto la cinta? La satisfacción de pasar un buen rato y ver que las buenas historias son posibles con humor sano.
Decir que otro tipo de cintas, con asesinos, balas y demás, son causantes de los males que vivimos en el mundo sería exageración. Pero analicemos un momento, ¿qué pasaría si en vez de llenar nuestra mente de historias agresivas nos llenáramos de aventuras donde la imaginación y las risas sean la constante?
Ir al cine o ver televisión para llenarnos de las torturas que ideó un escritor no parece tener ninguna finalidad. En cambio, sentarse por varios minutos a olvidar realmente los problemas y a llevarse un buen sabor de boca sí podría tener un beneficio.
Todos somos libres de ver lo que nos plazca. Si no queremos ver violencia, tan simple como no ir a esa función o cambiarle de canal. Pero no está de mas cuestionar ¿vemos violencia porque nos gusta o nos gusta porque es lo que nos presentan?
Todos somos libres de producir y crear las historias que nos plazcan. No hay forma de prohibir que las historias llenas de sangre sigan llenando espacios. Pero ojalá que algún día, escritores, productores, directores y actores, hagan conciencia de que el beneficio de esas cintas redunda sólo en lo económico y no hay un aporte valioso para la sociedad.
Si nos nutrimos de historias agradables, quizá (quizá), en algún momento empecemos a dejar de buscar las películas y series que lo único que logran es alimentar el pozo sin fondo del morbo y todo lo que esto trae consigo.
Cordialmente: Woody Región 4
