Labor. 850 instructoras del Conafe orientan a mamás de comunidades marginadas sobre cómo criar hijos sanos. Las ayudan, a través de talleres, desde que están embarazadas hasta los tres años 11 meses. Después, el niño entra a preescolar.
Desde enero se presentó al Congreso local un documento en el que se solicitaba el reconocimiento de la educación inicial en Durango, pero "otras prioridades" impidieron su aprobación.
El delegado del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), Issac Becerra, expuso a representantes de la legislatura del PRI y PAN la propuesta para que se contemplara mayor apoyo y reconocimiento a este programa -que actualmente opera con recursos federales- a través de un anexo en la Ley de Educación. Sin embargo, la propuesta no fue tomada en cuenta. "No quiero decir que no haya habido voluntad, creo que hubo prioridades que ellos tuvieron y no se alcanzó", refirió.
Se buscaba: "el compromiso de los gobiernos Estatal y Municipal, junto con el nuestro, de apoyar a las madres en dos aspectos muy importantes: la nutrición y la salud", aludió el Delegado del Conafe.
Y es que, "de nada sirven las recomendaciones que se dan a las madres de que se alimenten bien si a veces no tienen más que tesitos", dijo.
La educación inicial es trascendental para el desarrollo humano y social de los individuos. En países desarrollados cada vez se destina más presupuesto a esta etapa.
Lo que se invierte en la primera infancia podría ahorrar hasta 10 veces los gastos destinados a enfermedades y problemas sociales.
Actualmente el Conafe opera un programa de educación inicial en comunidades rurales e indígenas de los 39 municipios del estado, "en donde normalmente las mamás tienen poco desarrollo. Les enseñamos cómo ser madres, cómo criar y cómo formar a su bebé", concluyó.
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