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Diálogo

YAMIL DARWICH

Todos escuchamos frases que preocupan, si no es que asustan, tales como: "estamos en crisis y aún viene lo peor"; otros nos aseguran que a cada día "va a ser más difícil encontrar empleo"; la mayoría nos quejamos diciendo "el dinero no alcanza y menos va a rendirnos en el futuro"; y otras muchas frases construidas, que logran llenarnos de ansiedad y pocas veces ocuparnos.

También es verdad que vivimos un mundo de crisis económica, política, social y hasta religiosa, aunque no recuerdo haber vivido otras circunstancias.

Cierto que la vida actual requiere de esfuerzos y competitividad superiores a los que pudieron tener nuestros padres y los ahora mayores; sin embargo, este mundo es mejor y ofrece alternativas diferentes y variadas para la vida, en un planeta globalizado que ha ensanchado las fronteras hasta definirnos en occidentales y orientales; el reto es que las tomemos para nosotros y nuestros familiares menores.

Sé que a estas alturas ya entiende de qué se trata el "Diálogo" de la semana y tiene razón: la solución está en la educación y debemos aprender a elegir la mejor posible y para nuestro caso particular, aquella que ofrece reales oportunidades para competir.

El presidente Calderón ya habló de ello, aunque lo refirió al pasado, pretendiendo eludir la responsabilidad del presente, que tampoco ha cambiado.

Desde ahora le escribo que "aprender cuesta y duele"; quienes no quieran pagar el precio estarán condenados a formar parte de las masas que pronuncian las frases antes escritas y otras de decepción que habremos de escuchar.

Pero: ¿cuál es una buena escuela?; ¿la más adecuada universidad?

En La Laguna existen decenas de ellas; desde muy buenas hasta las defraudadoras, todas mencionando sus cualidades y escondiendo debilidades; algunas tratando de vender quimeras apoyadas en mercadotecnia y otras, las menos, preocupadas por ofrecer verdadera calidad internacional. Buen reto diferenciarlas.

El discurso académico de los profesionales del campo es muy conocido; desgraciadamente, pocas instituciones hacen caso a las recomendaciones internacionales y se apoyan en frases de venta, vanas de fondo y/o carecen de sustento, mismas que se multiplican, al saber de nosotros la mala disposición para analizarlas. Usan artificios del lenguaje que el ciudadano común no siempre es capaz de analizar.

Algunas de las particularidades que debemos buscar son: currículas flexibles, materias actualizadas a las que se puede adaptar fácilmente el estudiante; horarios abiertos, sincrónicos o en tiempo real, con verdaderas alternativas de comunicación a distancia, incluyendo Internet Académico; orientación al desarrollo de competencias laborales, habilidades profesionales y demás elementos para la toma de decisión y definir claramente el quehacer profesional y humano. No descuide conocer de profesores su experiencia y preparación.

Pocas se ocupan de estudiar al alumno y ofrecerle servicios que se adapten a sus necesidades, considerando sus reales posibilidades materiales, en tiempos y costos.

Sólo quien sabe cuáles son las particularidades de esas personas, podrá adaptar sus servicios a sus necesidades y para el caso, le cito lo expresado por el ingeniero Héctor Acuña, Rector de la UIA, describiendo a sus estudiantes: "urbanos, de clase media, vienen de colegios privados, profesan que son católicos, (...) no conocen mucho de su propia realidad, no tienen demasiados intereses políticos, desconfían de la política, distancia ideológica con sus formadores y distancia cultural entre generaciones que es hoy en día, mucho mayor que en otro momento".

También, los investigadores educativos de la UAL, han encontrado algunas características que permiten definir las particularidades del graduado potencialmente exitoso, entre ellas: profesionistas comprometidos con su entorno y tengan firme compromiso de defender el hábitat en que viven; autodidactas, capaces de encontrar la información en donde esté, analizarla y aprovecharla en su vida profesional; desarrollen sus habilidades para la comunicación; se formen una cultura superior a la media mundial; habilidades tales como perseverancia y capacidad de absorber la frustración; bilingües, preferentemente multilingües; posean alta tolerancia intercultural; conciencia global; gran adaptabilidad a culturas y ambientes diferentes a los propios y actitud solidaria. Todo revestido por el compromiso humanista.

Para los graduados, sería altamente conveniente que hicieran una revisión personal y "palomearan" la lista de cualidades del profesional del presente, buscando cómo cubrir sus deficiencias.

Para quienes van a ingresar a una universidad, analicen seriamente la opción que más les conviene y desde el primer momento traten de satisfacer esas particularidades del profesionista del presente.

Por último, analice el costo de cada escuela, considerando los directos, indirectos y los "piquitos" ocultos, así como otras condiciones y prestaciones que pueda recibir, incluidas seguridad y convivencia; haga cuentas y asegúrese que su éxito o el de sus seres queridos no se vea amenazado por la falta información, mal cálculo económico o fraude académico, ante el incumplimiento de lo ofrecido, porque es cierto que: "es cara la educación, pero más cara es la ignorancia".

Ydarwich@ual.mx

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