El Ejército mexicano y agentes ministeriales tomaron tres comisarias del estado de Nuevo León y sustituyeron a unos cien policías municipales, que serán investigados para saber si tienen nexos con el narcotráfico, informó hoy un portavoz de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI).
"Efectivos militares y de la AEI arribaron a las corporaciones de San Nicolás y Apodaca", Municipios que forman parte de la zona metropolitana de Monterrey, capital de Nuevo León, estado fronterizo con Estados Unidos, dijo a Efe el vocero de la dependencia estatal.
El operativo, mencionó, incluye la revisión del armamento de los agentes y "acciones derivadas de los acuerdos que tomó ayer el Consejo de Seguridad estatal".
Desde la tarde de ayer, El ejército y policías estatales tomaron también la comisaría de Cadereyta y sustituyeron a más de 90 policía por agentes estatales y militares, quienes se harán cargo de la seguridad del municipio, ubicado menos de 40 kilómetros al oriente de Monterrey.
"Todo el personal que forma parte de la Secretaría de Seguridad Pública en el municipio fue desarmado y sometido a pruebas de confianza, con lo que se busca romper la protección y facilidades que brindaban a integrantes de diversos grupos de la delincuencia organizada", precisó el secretario de Seguridad de Nuevo León, Luis Carlos Treviño Berchelmann.
El funcionario agregó que a los agentes de Cadereyta les fueron decomisadas en total 104 armas entre cortas y largas.
"Por información de inteligencia que indica que integrantes de la delincuencia organizada recibían todo tipo de facilidades para transitar por la mencionada localidad, las autoridades estatales y militares optaron por asumir el control total de las actividades en la dependencia", agregó.
Treviño Berchelmann informó de que serán unos 100 oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León los encargados de resguardar y proteger a los ciudadanos, hasta nuevo aviso.
En días pasados la Policía de Cadereyta fue blanco de varios atentados por grupos de pistoleros relacionados con el Cártel del Golfo, supuestamente porque los agentes de la corporación trabajan para una organización narcotraficante rival.
En el último ataque cuatro efectivos quedaron heridos y después trascendió que varios agentes habían abandonado la corporación.
En lo que va del mes de abril, alrededor de 15 efectivos y jefes policiacos han sido asesinados por sicarios del Cártel de Golfo, quienes se han adjudicado los crímenes y los han atribuido a que sus víctimas trabajaban para 'Los Zetas'.
