Vigilancia. Un fuerte operativo policiaco al interior del penal El Amate de la ciudad de Cintalapa de Figueroa, Chiapas, fue implementado la madrugada del sábado para recuperar el control después que los presos tomaran los edificios interiores.
La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana resguarda el centro penitenciario El Amate, donde policías federales y estatales sofocaron un motín y desactivaron una presunta fuga masiva.
El operativo de prevención lo realiza un centenar de agentes de la Policía Sectorial, que patrulla el exterior y las inmediaciones del inmueble, asentado en el municipio de Cintalapa de Figueroa, a 120 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.
La dependencia estatal informó que la calma y el "orden institucional" retornaron a las instalaciones penitenciarias, que alberga a 2 mil 140 internos sentenciados y procesados.
A 24 horas de los hechos violentos, que dejó un saldo de 40 policías heridos y lesionados, la SS y PC descartó ceses o cambios en la dirección y personal subalterno del penal.
Fuerzas combinadas de las policías federal y estatal rescataron de El Amate a 195 personas-105 mujeres y 90 menores- que la víspera acudieron en hora de visita.
Los mandos policiacos informaron que en el operativo se desactivó un túnel en uno de los módulos que presuntamente sería utilizado para una fuga masiva.
Un interno mantenía el control "y forjó un autogobierno de represión y extorsión". Era señalado como principal operador de actos de tortura en el reclusorio, obligaba a los reos de nuevo ingreso a trabajos forzados, y les exigía de 50 a 300 mil pesos por protección y droga", indicó la Policía.
Tras el operativo policiaco, el reo y sus cómplices fueron trasladados a otros penales.
La madrugada del domingo, en un operativo de "recuperación y control" de El Amate, fueron desplegados mil 254 elementos de la Policía Federal, Procuraduría General de la República (PGR), de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Al ingresar, policías e internos se enfrentaron por casi una hora. Fueron arrojados "más de 4 mil pedazos" de tabiques y piedras que serían utilizados para construir un templo evangélico.
En la acometida, 22 policías estatales, 13 federales y cinco de la PGJE quedaron heridos.