El brillo después del deporte

Luego de ocupar las portadas de diarios y revistas gracias a sus logros deportivos, las estrellas se ocultan entre lo cotidiano, y las noticias que generan están lejos de goles, marcas y records sobre una pista. ¿Qué hacen las grandes figuras del deporte cuando les llega la hora de colgar los tenis, dejar la raqueta o salir del emparrillado?

El tiempo no perdona y los años no pasan en vano. Cientos de deportistas han visto cómo sus brillantes carreras llegan al final, en muchas ocasiones sin más opción que el retiro. Pero muchas veces éste llega a significar un área de oportunidad en su vida, en la que podrán llevar a cabo una o diversas actividades y anhelos que en su momento el deporte no les permitió desarrollar. A continuación les compartimos un poco de la cotidianeidad de algunos de los astros del deporte más renombrados en el orbe.

Dan Marino

Fue un mariscal de campo legendario, a pesar de nunca haber ganado un Super Bowl. Nacido el 15 de septiembre de 1961 en Pittsburgh, Daniel Constantine Marino Jr. llegó al Salón de la Fama luego de jugar para los Delfines de Miami (1983 – 1999) en la NFL, donde impuso muchos records en el departamento de pases, aunque algunos ya se han roto. A Marino le quedan las marcas de más yardas por pase en un temporada: 5,084 en 1984; más juegos con al menos 400 yardas (cuatro en 1984); más juegos con al menos 300 yardas en toda su carrera: 60; entre otras. Disputó un Súper Tazón en 1985 que perdió contra los 49’s de Joe Montana. El ex futbolista tenía un poderoso brazo y una rapidez inigualable para desprenderse del balón. En 2004, Dan Marino regresó a los Delfines de Miami como vicepresidente de operaciones, pero renunció poco después argumentando que el papel que desempeñaba no era el mejor para los intereses de su familia. Actualmente, a sus 48 años de edad, vive en West Palm Beach, Florida. Ha tenido apariciones especiales en dos filmes, en donde se ha interpretado a sí mismo: Dos policías rebeldes II y Ace Ventura. Es dueño de varios restaurantes de su cadena llamados Dan Marino’s Fine Food and Spirits, además de ser comentarista deportivo en la cadena CBS.

Zinedine Zidane

Será recordado como uno de los mejores futbolistas franceses y de los últimos años. Nació en Marsella, aunque de ascendencia argelina (África). Debutó en el AS Cannes de su país, luego pasó al Burdeos y de ahí fue fichado por la Juventus de Turín, uno de los referentes de la Serie A de Italia. En 2001 fue transferido al Real Madrid de la Liga española, donde pasó sus últimas cinco temporadas. Ganó dos ligas con la Juventus (1997 y 1998), una con Real Madrid (2003), además de una Liga de Campeones de Europa (2002) con los merengues, entre otros títulos. Con la selección fue pieza clave en la conquista de la Copa del Mundo en 1998, cuando Francia fungió como anfitrión, y de la Eurocopa de Naciones en 2000. Se retiró de las canchas luego del Mundial de 2006, después de perder la final contra Italia y salir expulsado por darle un ridículo cabezazo al defensa Marco Materazzi. En la actualidad, Zidane es embajador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la lucha contra el hambre. Constantemente participa en partidos de fútbol con fines benéficos, como embajador de la UNICEF. En 2009 fue nombrado asesor de la presidencia del Real Madrid.

Andre Agassi

Es un ex jugador de tenis con un estilo único en dicho deporte; imagen renovadora de pelo largo, recordado por usar ropa de colores que nunca antes había portado un tenista. De ascendencia armenio-iraní, Andre Kirk Agassian nació en Las Vegas, Nevada, el 29 de abril de 1970. Su padre le regaló la primera raqueta a los dos años de edad. Se hizo profesional a los16. Fue el jugador más joven en superar la marca de un millón de dólares en premios, en diciembre de 1988, tras sólo 43 torneos. Carismático por naturaleza, Agassi ganó 60 torneos individuales (entre ellos ocho grand slams) y una Copa Davis. Desde su retiro, el afamado ex tenista se dedica a sacar adelante una fundación para ayudar a niños con una complicada realidad económica y social. Está casado con otra ex estrella del tenis, la alemana Steffi Graf.

Nadia Comaneci

Hizo historia en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 al obtener el primer 10 de calificación en la historia de la gimnasia olímpica. Ganó nueve medallas (cinco de oro) y fue considerada la atleta del año por Associated Press. Se retiró de la alta compentencia en los Juegos Olímpicos de 1980. Actualmente tiene 48 años y vive en Estados Unidos. Se ha dedicado a promocionar a equipos de gimnasia, ropa interior y lencería de la firma Jockey, equipamiento de aeróbics y vestidos de novia. Sigue vinculada con el mundo de la gimnasia y también tiene a su cargo diversas obras de caridad en todo el mundo. Está casada y junto a su esposo, son dueños de la Academia Conner de Gimnasia, la Compañía para Producir el 10 Perfecto y de tiendas de material deportivo. Entre los dos publican la Revista Internacional de Gimnasia (International Gymnast Magazine). Es vicepresidenta del Consejo de Dirección de Olimpíadas Especiales, presidenta de honor de la Federación Rumana de Gimnasia, presidenta Honorífica del Comité Olímpico Rumano, embajadora de Deportes de Rumania, vicepresidenta del consejo de Dirección de la Asociación para la Distrofia Muscular, así como miembro de la Fundación de la Federación Internacional de Gimnasia. Desde los Juegos Olimpicos de Atenas 2004, Nadia también es comentarista de televisión.

Earvin Effay "Magic" Johnson

Nació el 14 de agosto de 1959, en Lansing, Míchigan. Es considerado uno de los mejores basquetbolistas de la historia. Su brillante carrera la hizo en los Lakers de Los Ángeles (1979 – 1991). Formó parte de aquel mítico ‘Dream Team’ de los Estados Unidos que conquistó al mundo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. En la temporada 1988-89, Johnson promedió 22.5 puntos, 7.9 rebotes y 12.8 asistencias por partido, y ganó su segundo MVP (Most Value Player) de la NBA. Al año siguiente volvió a ser acreedor a dicha presea, aunque los Lakers no quedaron campeones. Antes de las Olimpiadas del 92, a ‘Magic’ se le diagnosticó el virus de VIH. 16 años después, se dedica a dar conferencias en colegios e instituciones estadounidenses sobre la manera de prevenir la enfermedad. Además, tiene múltiples negocios dentro de los que se encuentran diversos teatros. Ha hecho giras jugando partidos amistosos con otros equipos por el mundo. Tuvo un fugaz regreso a la NBA, luego escribió su libro My Life (Mi vida). Su fundación ha recaudado millones de dólares para clínicas con tecnología de punta, así como para proveer donaciones a organizaciones que buscan prevenir el sida.

Alain Prost

De origen francés, se encuentra en la lista de los pilotos de autos más recordados de la Fórmula 1. Fue parte de los equipos McLaren, Renault, Ferrari y Williams-Reanult. Resultó campeón mundial de Fórmula 1 en 1985, 1986, 1989 y 1993; y logró 106 podios (además de 33 pole positions). 1993 fue el último año que vio correr a Prost. Desde 1997, y hasta 2001, dirigió su propio equipo en Fórmula 1, Prost Grand Prix. La escudería quebró a inicios de 2002. En 2007 y 2008, el piloto se consagró como vencedor del Trofeo Andrós, del campeonato francés de autos que se corre sobre calles con hielo. Es aficionado al golf y colabora como diseñador con la empresa de cuadros de bicicleta Cyfac. Tras retirarse, Alain Prost continua fungiendo como asesor técnico de varios equipos de la Fórmula, y es comentarista deportivo de televisión. Actualmente vive en la ciudad suiza de Yens.

Los grandes tienen que irse. Nada es para siempre, y cuando llega el momento de elegir qué camino tomar, muchos deciden seguir inmiscuidos en su disciplina. Otros aprovechan su nombre para ayudar a causas justas. Y también hay quienes se alejan por completo de los reflectores. En alguna ocasión, Daniel Guzmán (ex director técnico del Santos) decía que tener que abandonar las canchas no es cosa fácil. Llega la depresión, de estar en la cima, de repartir autógrafos y ser el blanco de los ‘flashazos’, a pasar desapercibido en la calle. “Es un golpe muy duro”. Pero la vida es así. Y las nuevas generaciones exigen su lugar, buscando romper las marcas que dejaron sus antecesores, a los que algún día alcanzarán en el retiro.