La revisión del caso Radilla entró en una fase de estancamiento en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en medio de una discusión con posturas encontradas, que prácticamente monopolizaron los ministros José Ramón Cossío y Sergio Aguirre.
Desde el martes pasado el ministro Cossío presentó un dictamen en el que propuso declarar obligatorio acatar la sentencia que emitió la Corte Interamericana, en la que se señala que los militares que cometan delitos contra civiles en sus tareas de seguridad y combate al crimen, deben ser juzgados por civiles y no por autoridades castrenses.
También ese día el ministro Aguirre, quien se opone a la totalidad de la propuesta de Cossío, planteó, de inició, la revisión de una serie de temas que han impedido, hasta el momento, que se entré al fondo del caso.
El jueves a lo largo de toda la sesión, el tema fue retomado, sin que el Pleno haya logrado fijar una postura.
A lo largo de la sesión surgieron diversas opciones que plantean desde apoyar el proyecto de Cossío y entrar al estudio de la sentencia; elaborar primero un acuerdo para definir cómo se deben cumplir estas sentencias; decir que ni siquiera procede revisar el tema; hasta fijar una postura absolutamente en contra de acatar las órdenes de la Corte Interamericana.
Ante la variedad de propuestas que surgieron, el presidente de la Corte, Guillermo Ortiz, decidió continuar la discusión el próximo lunes, a fin de determinar si entran al estudio de fondo de la sentencia, la aplazan o de plano la rechazan sin revisarla.