L A noticia no fue una sorpresa. A estas alturas era conveniente que el Gobierno pusiera a un reo que la justicia mexicana había decidido exonerar de los cargos que había en su contra, de patitas en el otro lado de la frontera. Qué pecado cometió el ex gobernador de Quintana Roo para que como un bulto maloliente del que ha de deshacerse se le eche fuera del país a sufrir la pena de Prometeo, cuyo delito fue el de robar el fuego a los dioses por lo que se le condenó a ser encadenado a una roca donde le serían devoradas las entrañas por una águila, extraditado al vecino país cuya justicia lo reclamaba para ser procesado por delitos contra la salud y asociación delictuosa. No lo sabemos, pero creo que hubiera preferido, si le hubiesen dado a escoger, expiar su conducta en una roca que ponerlo en manos de a quien les causó tanto daño. No creo que pueda zafarse en lo que le resta de vida. A menos que se convierta en un testigo protegido por los güeros, pues ha de tener mucho qué contar, de lo que aconteció cuando estuvo en el sillón de mando del Gobierno Estatal.
De ser cierto los hechos por los que se le juzga pasará una larga temporada a la sombra. Fue atraído por quienes lo deslumbraron con cubrirlo de billetes verdes, sin hacer otra cosa que ordenar a sus subalternos se hicieran de la vista gorda. Los grandes seductores encontraron un terreno fértil para el trasiego de su mercancía. Se desconoce si en algún momento le remordió la conciencia. Tenía una gran confianza, eso sí, en que gozaría de una protección mientras estuviera en nuestro país. Tan es así que fue absuelto por los tribunales que conocieron de su caso y puesto en libertad, con lo que creyó, estaría a salvo. Al salir del encarcelamiento, libre ya por una sentencia que confiere cosa juzgada al asunto, no tuvo tiempo de montar en su caballo pues muchos hombres -cual nuevo Juan Charrasqueado- se le echaron en montón, cumplimentando los agentes federales una orden judicial para efectos de extradición a los Estados Unidos de América. Apenas franqueó las puertas del reclusorio fue levantado en vilo por agentes de la Procuraduría Federal que hicieron oídos sordos a sus gritos de socorro.
Se dice que desde 1993 hasta el año de 1999 suministró apoyo estatal y federal para que un cártel pudiera introducir cientos de toneladas al paraíso maya llamado Cancún procedentes de Colombia que permitía descargar y almacenar en ranchos, para después trasladarlos a territorio estadounidense. Eso dio lugar a que se embolsara la bonita suma de 500 mil dólares por cada uno de los cargamentos. Era un gobernador priista que fue enviado a chirona por un Gobierno Federal priista. Luego los gobiernos panistas aprovecharían la oportunidad para mandar al Chueco para que las autoridades gringas le saquen información que puede ser importante y pesar, según sea el caso, en los comicios federales que influirán sobre si uno u otro de los partidos se queda con la gran torta en el año de 2012. Es de suponerse que los de allá pretenden que siga en el timón del mando una persona que garantice la lucha que emprendió el actual Presidente, por lo que se guardarán las revelaciones, si las hay, para hacerlas del conocimiento de los electores y de la sociedad en general en su momento preciso.
¿Cómo le hizo Villanueva para suministrar apoyo federal, como lo dice la nota periodística que apareció proveniente de una agencia internacional noticiosa? Suponemos que es en lo que pondrán mayor empeño los investigadores. Lo que me pregunto es qué se está cocinando en el Gobierno Federal, junto a los grandes consorcios económicos, para obsequiar al candidato priista, que lo deje fuera de la contienda electoral. Dice la nota informativa que por lo menos 40 elementos de la Policía Federal custodiaban al ex mandatario. Es la primera vez hasta donde recuerdo que un alto funcionario es conducido por la Policía para que sea procesado en otro país.
La pregunta que se antoja es si se seguirá aplicando la ley, trátese de quien se trate, pues si la memoria no nos falla un ex gobernador panista tuvo todos los visos de ser protegido por las autoridades federales en el sexenio anterior. Había pruebas contundentes de ese mal proceder y sin embargo, a la fecha goza de cabal salud. ¿Sería por que son del mismo partido político? En México parece ponerse en boga la ley del embudo.