Nueva York, ciudad segura
Echando cuentas, desde que empezó a ver televisión hace unos 45 años, mi generación ha sido testigo (en la pantalla chica) de varios miles de asesinatos o sus secuelas, principalmente las investigaciones realizadas para dar con los villanos. Y a ojo de buen cubero, una alta proporción de esos crímenes televisivos han ocurrido (y siguen ocurriendo) en la ciudad de Nueva York.
Por supuesto que hay otras ciudades norteamericanas que se precian de tener asesinos ingeniosos y agentes de la ley igualmente astutos y bragados. Recordemos de nuestra infancia la serie "Las calles de San Francisco", protagonizada por un jovencísimo Michael Douglas y el actor con la nariz más increíble de la historia, Karl Malden. O "Miami Vice", aquella serie de los ochenta saturada de colores en tonos pastel y con una banda sonora que hacía que pareciera que los malosos se iban a poner a bailar disco en cualquier instante. O más para acá, la entrega original de la franquicia "CSI", que transcurre en esa moderna Sodoma que es Las Vegas. Pero las series policiacas o de detectives más exitosas y resonantes suelen tener como escenario a la Gran Manzana, la Urbe de Hierro, la Ciudad que Nunca Duerme... especialmente si quien no deja dormir es Frank Sinatra, cantando acompañado por un bandón marca diablo.
Por un lado, ello no debería sorprendernos: Nueva York es la metrópolis que cuenta con la fuerza policiaca más numerosa del mundo: unos 38,000 uniformados, algunos de ellos honestos, que no descienden de irlandeses y que no macanean inmigrantes.
Pero por otro lado, la imagen que la televisión le ha creado a Nueva York como una ciudad tremendamente violenta resulta falsa en la realidad. La semana pasada su alcalde, Michael Bloomberg, hablando en la ceremonia de graduación de los cadetes de la Academia de Policía local, hizo notar varias estadísticas dignas de atención.
Por ejemplo: hasta hace una semana, 2009 sería el año con menos asesinatos en la ciudad desde que ese tipo de registros se iniciara, allá por 1963. O sea que Nueva York es más segura hoy que en ningún momento de los últimos 45 años.
No sólo eso. Según las mismas cuentas, Nueva York tuvo el año pasado menos de 500 asesinatos por primera vez en este siglo y buena parte del anterior. De hecho, la ciudad no ha sufrido más de 600 homicidios anuales en lo que va de esta centuria.
O sea que Ciudad Juárez tiene una tasa de violencia cuatro veces más grande que una ciudad que cuenta en su haber con barrios tan pintorescos como el Bronx o Harlem, y donde Kojak ya no patrulla Manhattan Sur desde hace buen rato. Como para ponerse a pensar, ¿no creen?