A QUIÉN PARECERSE
En el número de este mes de la revista Nexos aparece el resultado de una encuesta que, de haberse practicado hace veinte o veinticinco años, quizá hubiera llevado a sus realizadores al linchamiento mediático, la condena universal de las buenas conciencias y un anatema flamígero por parte de nuestra ilustrada casta política. Hoy en día creo que constituye, por un lado, un sano ejercicio de reflexión; y por otro, una muestra más de los desfases y esquizofrenias de la identidad mexicana, harta de golpes, fracasos y derrotas.
La idea surgió de una anécdota que le contara Carlos Solchaga, el ministro de Finanzas de Felipe González, a Héctor Aguilar Camín. Según Solchaga, cuando estaban armando el primer Gobierno de mayoría socialista de la historia de España, éste preguntó a los demás integrantes del Gabinete: "¿A qué país queremos que se parezca España cuando terminemos?". Y respondía él mismo "no queremos ser la España del pasado; no queremos ser siquiera la España del presente; queremos -dijo Solchaga a nombre de todos- parecernos a Francia o a Alemania". Hoy España es miembro de la Unión Europea, goza de más prosperidad que nunca en su historia, y ha dejado atrás los lastres y querellas que tanto la frenaron. Sí, hoy España se parece a Francia o Alemania. Bendito sea Dios.
En esa tesitura, una empresa consultora contratada por la revista Nexos presentó la siguiente pregunta: "Por su Gobierno, por sus leyes, por su economía y por su forma de vida ¿a qué país le gustaría que se pareciera México?". Esta pregunta abierta tuvo las siguientes respuestas: Estados Unidos 30.6%; Chile 5.8%; Canadá 5.4%; Brasil 4.6%; Italia 4.1%; otros 4.3%; a ninguno 33.7%.
Quizá para algunos (los miopes y empachados de ideología de siempre) resulte una sorpresa que casi uno de cada tres mexicanos quisiera que su país se pareciera al vecino del Norte. O que dos de cada tres quisieran que no se pareciera al México actual. A mí lo que me sorprende más es que uno de cada veinte vea en Chile un ejemplo a seguir, lo que me parece perfectamente lógico: México nunca va a ser como Estados Unidos; pero puede perfectamente tomar muchas cosas del proyecto chileno. O sea que, una vez más, los ciudadanos mexicanos tienen las cosas mucho más claras que nuestros ineptos, bárbaros, ignorantes, ciegos políticos.
La segunda pregunta de la encuesta es: "Ahora imagine que tenemos solamente 5 opciones: Brasil, Estados Unidos, España, China y Cuba. ¿A cuál de esos países le gustaría más que se pareciera México?". La respuesta fue: EU 33.6%; China 9.1%; Brasil 7.3%; España 6.0%; Cuba 1.8%; a ninguno 29%. De nuevo, más de dos de cada tres preferirían que México se pareciera menos a México. Y ojo, señores Moreira: ni a dos de cada cien les gustaría gozar las bondades de la decrépita dictadura castrista. Ni con todo y mulatas, que ya es decir.
Sin duda la encuesta de Nexos se presta a la reflexión, no al desgarramiento de vestiduras. Que es lo que deberíamos hacer, en vez de seguir peleándonos por tontería y media, viendo cómo el mundo nos pasa por encima... incluidos países a los que muchos quisieran que el nuestro se pareciera.
